El profesor de Química y Ciencias Ambientales de la Universidad de Colorado (EE UU), José Luis Jiménez, ha lanzado este sábado un aviso de cara a las reuniones en las fiestas de Navidad, alertando de que si se juntan hasta 10 personas durante las cenas podemos encontrarnos en enero "con una ola tremenda, un montón de muertes y los hospitales colapsados".

"Es la situación ideal para el contagio: un sitio pequeño, cerrado con mucha gente durante mucho tiempo y quitándonos la mascarilla y hablando fuerte. El virus no nos puede pedir más", ha explicado en laSexta Noche, llamando a "reunirnos los convivientes y al resto verlos por el teléfono" durante estas fiestas.

Así, el catedrático ha abogado por "decir que este año vamos a celebrar la Navidad en junio, vamos a hacer una comilona en junio, y esta Navidad nos vamos a reunir los convivientes". En este sentido, ha contado que él pasará la noche con "mi mujer, mi hijo y mi suegra, que vivimos en la misma casa. A mi familia de España no la voy a ver".

Respecto al aumento de los contagios producido en Estados Unidos tras la celebración de Acción de Gracias, el experto ha señalado que "es lo normal" porque "el virus se transmite en estas situaciones". "No se lo podemos poner más fácil", ha vuelto a subrayar.

Preguntado también por la próxima llegada de las vacunas, Jiménez ha indicado que "sí se ve la luz al final del túnel, pero hasta que esté vacunada suficiente gente estamos hablando de unos meses", por lo que "hasta entonces, tendríamos que tener especialmente cuidado".

"En vez de pensar en que vamos a dejar solo al abuelo, hay que pensar en no cargarnos al abuelo", ha indicado, pidiendo responsabilidad con los más mayores.

El catedrático ha revelado también que él se vacunará "en cuanto me dejen", ya que en las próximas horas comenzará la vacunación en Estados Unidos. "Van a vacunar primero a la gente mayor, luego a los sanitarios... Hay una calculadora que te dice cuando puedes hacerlo, y creo que nos tocará en abril o mayo", ha asegurado.

Jiménez fue uno de los primeros científicos en avisar en el mes de abril a la Organización Mundial de la Salud (OMS) del contagio de la Covid-19 a través de aerosoles. Sin embargo, la OMS les dio "con la puerta en las narices", considerando que lo que apuntaban los expertos era "una barbaridad".