Calles abarrotadas y colas de hasta dos horas para acceder a los comercios del centro de Barcelona. Esta es la estampa, por segunda jornada consecutiva en este Puente de la Purísima, en la que el centro de la capital catalana se ve abarrotado de compradores aprovechando la jornada laborable del pasado lunes y la de apertura comercial por la campaña de Navidad de este martes festivo, 8 de diciembre. 

Cierre de los centros comerciales

Muchos clientes y comerciantes están convencidos que estas aglomeraciones son causa directa del encierro perimetral de fin de semana decretado por el Govern en Cataluña dentro de la fase 1 de reapertura de actividad por la segunda ola de la Covid (y que ante el empeoramiento de las cifras epidemiológicas se mantiene en fase 1 por 15 días más, sin haber pasado a la fase 2 el pasado lunes, tal como preveía el plan trazado) y sobre todo del cierre de los centros comerciales obligado dentro de esta fase 1. 

Ello está conduciendo en este puente a la concentración de miles de personas en las principales calles comerciales no solo en la capital sino en las otras tres capitales de provincia catalanas y otras ciudades medianas. 

En el caso de Barcelona, la gran afluencia a los establecimientos comerciales coincide en tiempo y espacio con la celebración de la tradicional Fira de Santa Llúcia en la avenida de la Catedral y de la Fira de Nadal del Port de Barcelona, frente a la estatua a Colón del final de las Ramblas. 

ALBERT GARCÍA / EFE

Comerciantes aseguran que con las limitaciones impuestas por el Procicat los fines de semana, la gente se ha acumulado este lunes y martes

Comerciantes cargan contra el confinamiento perimetral

Los comerciantes de Girona han reconocido este martes que han tenido una "buena segunda mitad de puente", pero cargan contra el confinamiento perimetral. Aseguran que con las limitaciones impuestas por el Procicat los fines de semana, la gente se ha acumulado este lunes y martes, lo que ha generado imágenes de calles llenas en la ciudad. 

La vicepresidenta de Girona Centre Eix Comercial, Mercè Ramírez de Cartagena, señala que han tenido "mucha gente en las calles" y que espera que esto no sirva para que se continúe con las restricciones. 

De hecho, Ramírez de Cartagena deja claro que si el confinamiento fuese, al menos, comarcal, los compradores se repartirían y no se acumularían en un solo día. "En general nadie se coge fiesta en el trabajo para hacer compras de Navidad", señala.