Ayuso plantea que la implantación de medidores de CO2 en la hostelería sea obligatoria

Cielo de Madrid prácticamente limpio de contaminación debido al confinamiento. La paralización del transporte y de buena parte de la actividad industrial por la crisis del COVID-19 supone un descenso de las emisiones de CO2.
Cielo de Madrid prácticamente limpio de contaminación debido al confinamiento. La paralización del transporte y de buena parte de la actividad industrial por la crisis del COVID-19 supone un descenso de las emisiones de CO2.
EFE/Javier López
Cielo de Madrid prácticamente limpio de contaminación debido al confinamiento. La paralización del transporte y de buena parte de la actividad industrial por la crisis del COVID-19 supone un descenso de las emisiones de CO2.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, planteó este martes al sector de la hostelería la obligatoriedad de la instalación de medidores de CO2 en los establecimientos de restauración, algo que de momento el Gobierno regional ya propone dentro de sus recomendaciones y medidas para hacer frente al coronavirus.

El objetivo, como explicó hoy en un encuentro por videoconferencia con el viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, y representantes del sector, es evitar la transmisión del virus por aerosoles en los lugares cubiertos, donde se ha demostrado que se pueden producir un mayor número de contagios. De ahí que, tal y como se señala en una nota de prensa, la Comunidad de Madrid apueste "por medidas creativas" que sirvan para que "la hostelería tenga cada vez más espacios al aire libre, pese a la llegada del frío".

El CO2 se genera por la respiración de las personas, con lo que en espacios cerrados tiende a incrementarse. El nivel del aire exterior es de 400 ppm (partes por millón), y un valor entre 500 ppm y 700 ppm sería considerado como aceptable, por lo que, en caso de llegar a 800 ppm, la ventilación sería obligatoria. Si la concentración de CO2 en una habitación sobrepasa las 1.000 ppm indicaría una mala ventilación y habría que ventilar de inmediato y al máximo posible.

Por eso, Díaz Ayuso está estudiando la posibilidad de que se instalen con carácter general sensores de CO2 en espacios como restaurantes que suelen ser utilizados durante una hora o más por grupos de personas que encima, en este caso, se quitan la mascarilla para poder comer o beber.

Durante el encuentro también se analizó la posibilidad de colocar filtros purificadores de alta eficiencia, si bien se destacó por parte del Gobierno regional que la recomendación que va a primar siempre es la de garantizar la ventilación natural. De hecho, esta medida está contemplada en la última Orden que la Consejería de Sanidad ha redactado con medidas ante el coronavirus.

Por otro lado, se está estudiando también que sea obligatoria la reserva en la restauración para tener localizado un número de contacto y poder facilitar el rastreo en el caso de que fuera necesario o pedir a los establecimientos que el sonido ambiente o los hilos musicales tengan los mínimos decibelios para que los clientes no tengan que forzar la voz al mantener conversaciones.

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