La consellera de Salud de Cataluña, Alba Vergés, ha dado por hecho la prórroga del toque de queda, que finaliza el periodo de 15 días iniciales el próximo lunes. "El toque de queda, al haber comenzado antes, finalizará antes que el resto de medidas. Por este motivo, es de lógica que se prorrogue para que vaya en consonancia con el resto de restricciones", ha señalado este jueves en rueda de prensa junto al conseller de Interior, Miquel Sàmper.

Vergés ha explicado que la conselleria de Salud ha marcado tres objetivos respecto al coronavirus: que la velocidad de transmisión (Rt) se mantenga por debajo de 1 (al ser posible, en un máximo de 0,8), que los contagios no superen un máximo de 1.000 casos nuevos al día y que los pacientes ingresados en las UCI por Covid-19 no superen los 300.

Respecto a la mejoría de los datos en Cataluña, que ya ha alcanzado una Rt por debajo de 1 (un hecho que no pasaba desde septiembre), la consellera se ha mostrado prudente: "Las medidas que hemos tomado están dando sus frutos, pero no podemos decir que la situación ya no sea grave o que hayamos doblegado la curva, aunque sí se ha desacelerado".

Ha explicado que, desde que se detecta una mejoría en los indicadores hasta que comienzan a bajar los contagios diarios, los ingresos hospitalarios y los ingresos en UCI, pueden pasar días o incluso semanas.

En este sentido, ha asegurado que el mantenimiento de las medidas se irá calibrando "paso a paso" y que "no se puede correr" en cuanto a la relajación de las restricciones porque "intentar ir más deprisa nos puede hacer llegar más tarde al objetivo".

"La presión asistencial es muy alta y sigue creciendo"

El director del CatSalut, Adrià Comella, ha afirmado que "la presión de la enfermedad sobre el conjunto del sistema asistencial es muy alta y sigue creciendo porque las medidas pueden tardar semanas en tener impacto en la sanidad" y ha mostrado preocupación respecto al impacto del virus sobre la asistencia de otras enfermedades.

"Es muy importante que todos entendamos que esta es una enfermedad que compite con las habituales. Algunas de ellas también pueden ser muy graves, no sólo las emergentes (como infartos o ictus), que siempre se han podido atender, sino también otras como cáncer, enfermedades cardíacas, inmunológicas, etc. que requieren diagnóstico precoz, atención rápida y a veces cirugía", ha remarcado.

Comella ha explicado, por otra parte, que se han tomado muchas decisiones para mejorar la capacidad asistencial de la sanidad catalana. Entre ellas, doblar el número de camas para pacientes críticos. "Si estuviéramos en marzo, los hospitales estarían temblando", ha asegurado.

Aún así, ha insistido en su preocupación sobre la situación de los hospitales y ha matizado que, en el ámbito quirúrgico, los centros más grandes todavía ejercen el 100% de su actividad habitual mientras que en aquellos medianos y pequeños el índice de las actividades desprogramadas está alrededor de un 10 y un 12%.

Sobre la situación de la atención primaria, ha señalado que los sanitarios "no han podido descansar nada este verano" debido a las tareas de control epidemiológico que han llevado a cabo, como los cribados, y ha añadido que, además, "ahora vienen los meses de invierno y aumentarán las enfermedades respiratorias".

Una Navidad diferente

Respecto a la Navidad, Vergés ha señalado que serán delicadas: "Es un momento de encuentros y reuniones, precisamente aquello más delicado respecto a la transmisión del virus". Por ello, ha pedido mantener las mismas máximas: "poca gente, mejor al aire libre y no compartir herramientas de cocina, platos ni comida".

Sobre si habrá cabalgatas de Reyes, Sergio Delgado, responsable de Protección Civil, ha asegurado que "los Reyes Magos vendrán y traerán regalos, pero las aglomeraciones son una línea roja y el formato clásico comporta estas aglomeraciones". 

Por este motivo, ha remarcado que "tenemos que ser muy claros con que el formato clásico de cabalgata no es viable de ninguna manera, pero se trabaja en formatos alternativos".

Concentraciones anti restricciones

El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha avisado de que los Mossos d'Esquadra desplegarán controles ante la concentración contra las restricciones prevista para la tarde de este jueves en Barcelona, como ya hicieron el sábado, con la intención de evitar que se repitan los altercados que se produjeron el viernes, a los que se ha referido como "violencia gratuita".

Sàmper ha comentado la reunión que mantuvo el miércoles con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y los consejeros de Interior del País Vasco y de Navarro para ver "qué puntos había en común en las manifestaciones que han tenido lugar en los diversos territorios".

"Llegamos a la conclusión de que el modus operandi es prácticamente el mismo, la confluencia de grupos no violentos con grupos violentos tan incompatibles como la extrema derecha y la extrema izquierda", ha valorado y ha advertido de que este peligro estará en todas las protestas anti restricciones.

Por otra parte, el conseller de Interior ha anunciado el despliegue de 5.000 agentes de Mossos y 200 puntos de control para garantizar el confinamiento municipal durante el fin de semana.