El Parlamento austriaco ha aprobado este domingo un confinamiento parcial de cuatro semanas que comenzará este martes y terminará el próximo 30 de noviembre.

Las medidas que regirán el aislamiento incluyen un toque de queda nocturno entre las 20:00 y las 06:00 horas que tiene que ser revisado cada diez días por el Parlamento.

Las nuevas reglas suponen el cierre de instituciones culturales y actividades de ocio y prohíbe todo los eventos menos los funerales. También se han prohibido las visitas a hospitales y residencias de ancianos.

En lo que respecta a la hostelería, los hoteles y restaurantes deben permanecer cerrados excepto aquellos que envían comida a domicilio.

Los eventos deportivos de alto nivel se tendrán que celebrar sin aficionados, mientras que los deportes de aficionados solo podrán realizarse al aire libre y se han prohibido los deportes de contacto.

Por otro lado, la mayoría de escuelas permanecerá abiertas, aunque los estudiantes más mayores deben estudiar desde casa. También continuarán su actividad todas las tiendas, así como los prestadores de servicios como peluquerías.

"Es un paso necesario para evitar sobrecargar las unidades de cuidados intensivos", dijo el canciller Sebastian Kurz este sábado al anunciar las medidas. "Nuestro objetivo es abrir gradualmente en diciembre y volver a medias a la normalidad", añadió.

Los enfermos de covid en la UCI aumentaron un 78% en la última semana en Austria, que a partir de mañana entra en un confinamiento parcial para evitar el colapso del sistema hospitalario, informó hoy el ministro de Sanidad, Rudolf Anschober.

El objetivo, aseguró Anschober, es lograr "un cambio de tendencia a mitad de noviembre" para evitar el colapso del sistema hospitalario -especialmente de las camas UCI- y que se deba proceder a triajes en función de la gravedad del enfermo.

Anschober aseguró que los positivos seguirán creciendo esta semana hasta que se deje sentir el efecto de las restricciones.