El Govern estudia la posibilidad de implantar un confinamiento los fines de semana en Cataluña a pesar de que la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno de Pedro Sánchez no permite aplicarlo a las comunidades sin su permiso expreso. 

Con los datos de contagios desbocados (el riesgo de rebrote ya está en 841) y con el toque de queda entre las 22 horas y las seis de la mañana aplicado desde la noche del domingo pasado en todo el territorio, las medidas actuales no son suficientes para el ejecutivo catalán para cortar de raíz el aumento de casos positivos y hospitalizaciones por Covid, que amenazan con un nuevo colapso hospitalario. 

Aragonès pide a Sánchez un Plan Marshall de rescate "de urgencia"

Los ingresados superan los 2.000 y en la UCI permanecen 342 enfermos. «Los actuales datos epidemiológicos son malos y preocupantes», ha expresado la consellera portavoz, Meritxell Budó, este lunes.

El decreto del estado de alarma solo permite a las autonomías implantar un confinamiento nocturno y perimetral de poblaciones o de toda la comunidad pero no de fin de semana. La consellera Budó, considera que el encierro de fin de semana está sobre la mesa de la Generalitat catalana al ser cuando «se produce una mayor interacción social» entre personas de diferentes grupos de convivencia estables. Y reconoce que comienza a haber una «tensión importante en el sistema sanitario» que lo justificaría .

«Hemos de evitar el confinamiento de marzo a no ser que sea estrictamente necesario y la única opción que podamos aplicar. Por eso hemos de explorar diferentes escenarios y uno de ellos podría ser este», ha indicado Budó en una entrevista en Catalunya Ràdio. 

Ha admitido, no obstante, que el decreto del estado de alarma por parte del Estado es una traba para adoptar medidas de contención como la del confinamiento de fin de semana, para decretar «la obligatoriedad del teletrabajo» o bien para «ordenar un confinamiento domiciliario».

"Hemos de evitar el confinamiento de marzo a no ser que sea estrictamente necesario y la única opción que podamos aplicar" (Meritxell Budó, consellera portavoz)

La responsable del Servei de Medicina Preventiva i Epidemiologia del Hospital Vall d’Hebron, la doctora Magda Campins, opinaba este lunes que el encierro de fin de semana puede suponer «una medida efectiva» y no descarta «que se tenga que hacer». Calcula que, a finales de esta semana, se verá si el cierre de la restauración ha tenido efectos, aunque se ha mostrado «escéptica».

Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias, calificado esta tarde el cierre de fin de semana propuesto por Cataluña de «algo precipitado» pero «perfectamente válido».

Aragonès pide a Sánchez un 'Plan Marshall'

Para Budó, el decreto de alarma es insuficiente porque «limita» las decisiones de las autonomías y porque no va acompañado de medidas económicas de compensación para los principales afectados por el paro obligado de actividad laboral y productiva.

Precisamente, el president en funciones, Pere Aragonès, ha aprovechado su participación este lunes en la conferencia de presidentes autonómicos, en la que ha estado presente de forma telemática la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, para pedir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «un Plan Marshall al margen de los fondos europeos de reactivación, de los que Cataluña reclama 31.000 millones de euros.

Para Aragonès, si «el Plan Marshall se activó tras la segunda guerra mundial», en este caso es «por una pandemia global» y para ayudar a empresarios, trabajadores y familias catalanas directamente perjudicadas por la crisis sanitaria y económica.

La necesidad de este plan de rescate «para ahora mismo» se la trasladó Aragonès a Sánchez «hace semanas», ha indicado el president en funciones, al mismo tiempo que le hizo saber la petición de «una moratoria del pago de impuestos, de cotizaciones sociales y medidas acerca de la suspensión de suministros» básicos. «Se ha de dar respuesta a las necesidades más inmediatas de los ciudadanos. Necesitamos que el Estado que tenemos ahora asuma sus responsabilidades», ha añadido.

"Se ha de dar respuesta a las necesidades más inmediatas de los ciudadanos. Necesitamos que el Estado que tenemos ahora asuma sus responsabilidades" 
(Pere Aragonès, president en funciones)

En la misma línea expresada este lunes por la consellera portavoz, Aragonès ha vuelto a dejar claro que el ejecutivo catalán sopesa seriamente nuevas restricciones. «No podemos descartar ninguna medida, porque lo que tenemos encima es extremadamente grave y la tendencia es muy peligrosa. Pero no pondremos sobre la mesa más medidas si no están antes consensuadas y aprobadas», ha dicho sobre la posibilidad de un confinamiento de fin de semana.

«Sabemos que las medidas restrictivas tienen consecuencias negativas en mucha gente y no queremos dejar a nadie atrás», ha repetido en referencia a este plan Marshall complementario al fondo europeo de reactivación con el que cuenta Cataluña a partir de la partida que le pertoque.

«El nivel de contagios es elevadísimo, van muy rápido, y antes de 10 o 15 días tendremos que tomar nuevas medidas», ha añadido. «Hemos de ir por delante porque si no, las nuevas medidas llegarían tarde» y para ello, el Govern está siguiendo atentamente los modelos matemáticos que maneja el CatSalut «y que nos permiten ver dónde estaremos en los próximos días».

En una reunión presencial, la consellera de Salut, Alba Vergés, ha pedido este lunes al ministro de Sanitad, Salvador Illa, «que no se entorpezcan las decisiones» de Salut y ha reclamado al Gobierno proporcionar las ayudas económicas y sociales a su alcance. 

Educació descarta cerrar colegios y verá qué hacer en los institutos

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A pesar de los malos datos epidemiológicos en Catalunya, el cierre de colegios sigue sin estar sobre la mesa del ejecutivo catalán. El director general de Centres Públics del Departament d’Educació, Josep Gonzàlez Cambray, ha reiterado que la presencialidad en la asistencia al actual curso escolar sigue siendo la prioridad de Educació y ha garantizado que los colegios «serán lo último que se cerrará» en esta segunda ola de Covid.

El secretario de Salut, Marc Ramentol, ha admitido igualmente que la presencialidad en la escuela se ha de poder mantener «hasta las últimas consecuencias».

La transmisión, según han afirmado ambos responsables, sigue dándose mayoritariamente fuera del ámbito educativo, aunque González-Cambray sí que rceconocido que se está estudiando extender la educación híbrida o bien otras medidas, entre ellas el cierre de centros, en la educación postobligatoria, puesto que el comportamiento del virus «es diferente entre adolescentes que entre niños», y ya que la tasa de positivos en Covid es inferior en el colectivo en edad pediátrica.

Se está estudiando extender la educación híbrida o bien otras medidas, entre ellas el cierre de centros, en la educación postobligatoria, puesto que el comportamiento del virus «es diferente entre adolescentes que entre niños»

En todo caso, ha indicado que las decisiones que se tomen se harán también en consonancia con las que vayan adoptando Salut y el propio Govern. Y ha recordado que «los centros educativos no actúan como transmisores de la Covid», que no se ha cerrado ninguna escuela por completo debido a brotes y que el 95% de los estudiantes y de los docentes están asistiendo a las aulas de Cataluña.

Del mismo modo, el director de Centres Públics ha recordado que están pendientes de un incremento de positivos en las escuelas «porque la Covid entra en los centros a través de la presencia en la comunidad».

La doctora Magda Campins de Vall d’Hebron ha opinado que las escuelas han de ser «lo último que tenga que cerrar» al ser «los lugares en los que hay menos contagios».