Una a una, varias comunidades se han lanzado este viernes a pedir al Gobierno que decrete el estado de alarma para dar instrumentos legales a los gobiernos autonómicos para tomar medidas drásticas para frenar la expansión de la Covid. País Vasco ha sido la primera en trasladar la petición formal, aunque antes Castilla y León había dejado claro que cuando el Gobierno precise cómo también pedirá un estado de alarma autonómico. El Principado de Asturias y Extremadura también han adelantado que lo solicitará este viernes y La Rioja ha reclamado un "marco normativo" para proceder. Con todas estas peticiones y sugerencias, más otras que el Gobierno no descarta recibir, el presidente, Pedro Sánchez vuelta este viernes hacia Roma, donde este sábado será recibido por el Papa. Mientras, Moncloa espera ir recibiendo peticiones de la comunidades para determinar cómo y cuándo proceder.

El Gobierno contempla con normalidad la lluvia de peticiones que ha empezado a caer este viernes. Según explican en Moncloa, las posturas del lehendakari, Íñigo Urkullu; del presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, o las que vendrán no son más que la respuesta a la "invitación" que les ha trasladado Sánchez para que pidan el estado de alarma.

La última vez, este mismo viernes, en una declaración institucional en Moncloa donde el presidente ha desgranado el plan que se aprobó este jueves en el Consejo Interterritorial de Salud, que contempla cuatro niveles de riesgo con distintas actuaciones. El cuarto, de "riesgo extremo", ha recordado Sánchez, contempla que los presidentes autonómicos puedan pedir al Gobierno que se decrete el estado de alarma para poder tomar “medidas excepcionales” con “restricciones adicionales" a las descritas en el plan.

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Por otra parte, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Galicia o Andalucía de forma parcial han anunciado que impondrán un toque de queda a sus ciudadanos por sus propios medios legales. Es decir, mediante órdenes autonómicas que después tendrán que ser avaladas por sus respectivos Tribunales Superiores de Justicia. Si, como ya ha ocurrido con algunos confinamientos, los jueces creen que se exceden en sus competencias, la pelota podría volver al tejado del Gobierno central, que mantiene que para decretar un toque de queda es necesario el estado de alarma.

Más allá de esto, sin embargo, fuentes del Gobierno no anticipan cómo será la respuesta que dará Sánchez ni cuándo será. "Vamos a esperar" es la consigna este viernes. Mientras, el presidente ya ha partido hacia Roma, donde mañana será recibido por primera vez en audiencia por el papa Francisco.

Además, Sánchez espera contar con el apoyo expreso del PP antes de decretar un nuevo estado de alarma, para asegurarse de este modo que si fuera necesario pedir una prórroga al Congreso no habría problemas en tener luz verde. De momento, el presidente no tiene esa seguridad todavía este viernes. Castilla y León es la única comunidad gobernada por el PP que este viernes ha hecho intención de pedirla. Pero no lo ha hecho y de momento Mañueco solo ha reclamado una decisión que dé seguridad jurídica al toque de queda que él también ha decretado en su comunidad. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha repetido este viernes en Valladolid que el Gobierno busca "apoyos claros".

Para declarar el estado de alarma, el Gobierno tiene que aprobar un real decreto ley, reunido en Consejo de Ministros. El próximo será el martes de la semana que viene y fuentes del Gobierno no precisan si será necesario esperar hasta entonces. En caso contrario, se convocaría un Consejo de Ministros extraordinario, que podría ser este mismo sábado. El presidente estará en Roma, pero su audiencia con el papa está prevista para las 9.30 horas y, según la agenda oficial que ha facilitado Moncloa, saldrá del Palacio Apostólico Vaticano hora y media después, a las 11.15. horas.