Según una nota de prensa de la Comisaría gijonesa, los hechos se remontan a las 00.30 horas del pasado día 15 durante un control rutinario policial, momento en el que observaron trasiego de personas que entraban y salían de un bar, en el que ya se habíaintervenido en otras ocasiones por la venta de estupefacientes en el interior.
Ante las sospechas de que se hubiese reanudado la actividad ilegal, los agentes identificaron a las personas que abandonaban el local y comprobaron que portaban hachís. Estos admitieron haber comprado al encargado del bar, que vendía dosis por valor de diez euros.
Los policías inspeccionaron el establecimiento y localizaron dinero y sustancia estupefaciente en la trastienda, en una oquedad que quedaba oculta detrás de un perchero. El encargado, que tenía numerosos arrestos por delitos contra la salud pública, fue detenido y le fueron intervenidos 1.300 euros.
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