La Guardia Civil hará más de 15.000 pruebas de alcoholemia diarias durante las dos próximas semanas, en las que la Dirección General de Tráfico (DGT) desplegará una campaña para incidir sobre este factor de riesgo en la conducción, que origina entre el 30% y el 50% del total de muertes en accidente.

En total, Tráfico realizará más de 200.000 controles entre el día 8 y el próximo 21 de diciembre, una quincena en la que se desplegará la campaña con el eslogan "No dejes que quien ha bebido conduzca".

Los controles se harán en horas nocturnas y también durante las tardes para intentar disuadir de la ingestión de alcohol en las típicas comidas de estas fechas, que se multiplican cuando llega la Navidad.

Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil establecerán más de 800 puntos de control, pero además los ayuntamientos con más de 25.000 habitantes también intensificarán los controles, así como las comunidades autónomas de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias en materia de tráfico.

Tráfico recuerda a los conductores que tras la reforma del Código Penal es delito conducir con tasas de alcohol superiores a 1,2 gramos por litro de sangre, lo que conlleva de tres a seis meses de prisión o una multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días.

Además, la ley de Seguridad Vial lo tipifica como infracción muy grave sancionable con multas de 300 a 600 euros, y con la llegada del carné por puntos se pueden perder hasta seis créditos con tasas superiores a las reglamentarias.

El cumplimiento de la norma podría evitar hasta mil muertos al año, según señala la DGT, que recuerda que el mes de diciembre es un periodo en el que se produce un gran número de accidentes por culpa del alcohol.

En diciembre del año pasado, 223 personas perdieron la vida en accidentes de carretera y más de mil resultaron heridas. Según Tráfico, en un gran porcentaje de esos siniestros el consumo de alcohol pudo ser el factor desencadenante.

Con la campaña de concienciación que se difundirá en diversos medios de comunicación, la DGT trata de movilizar a la sociedad para que nadie permanezca pasivo ante los conductores que van a ponerse al volante después de haber consumido bebidas alcohólicas.

Durante 2007, se realizaron casi 4,3 millones de controles de alcoholemia, en los que se detectaron más de 92.000 positivos, lo que supone que el 2,18% de los conductores fueron denunciados por exceder las tasas máximas permitidas.

Estos datos significan la reducción a la mitad en el número de positivos detectados en los últimos seis años.