El ocio nocturno, en jaque: así afronta cada autonomía los rebrotes de Covid

  • Los brotes originados en discotecas ponen al sector en el ojo del huracán.
  • ​Autonomías como Murcia, Cataluña o País Vasco ya han limitado la actividad de los locales o los han cerrado.
  • ​Otras como Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía aún se lo piensan.
Laredo. Ocio nocturno. Jóvenes. Botellón y uso mascarilla
Imagen de la Guardia Civil interviniendo en una zona de ocio en Laredo.
GUARDIA CIVIL
Laredo. Ocio nocturno. Jóvenes. Botellón y uso mascarilla

El ocio nocturno mira de reojo una nueva normalidad de la que se puede quedar fuera. El significativo aumento de los rebrotes en España desde que decayó el Estado de Alarma el pasado 21 de junio preocupa a las autoridades, que buscan cómo atajar este problema que repite patrones: se suele dar en ámbitos familiares o en bares y discotecas, donde ahora las autonomías, ya con todas sus competencias recuperadas, se plantean actuar.

Sin ir más lejos, este viernes la Comunidad de Madrid notificó dos nuevos brotes en lugares de ocio. La Dirección General de Salud Pública informó antes de las cinco de la tarde que se habían registrado 15 nuevos casos y 51 contactos (ninguno requirió ingreso hospitalario) y que todos ellos estaban asociados a establecimientos nocturnos. El primero se dio en un bar de copas de la capital y el segundo, en una fiesta de amigos en Móstoles con edades comprendidas entre los 20 y los 26 años.

Así, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya se ha planteado actuar. Lo anunció el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, a primera hora en una entrevista en Onda Madrid, en la que reconoció que ya estudian medidas “preventivas” a la semana que viene. "Estamos viendo que una situación que evidentemente se puede condicionar casos son las agrupaciones de personas y por eso, a lo mejor, hay que plantearse limitar el número de personas en terrazas y reuniones", declaró el que fuera director del Hospital de campaña de Ifema.

Por su parte, el Govern catalán tiene ante sí un problema similar al que están dando una respuesta parecida. El pasado miércoles, el presidente Quim Torra, dejó caer en la sesión de control al Ejecutivo que tomaría medidas similares y Josep Maria Argimón, secretario catalán de Salud Pública, lo completó diciendo que “a ciertas horas mejor beber en casa”. 

Este viernes, la Generalitat ordenó el cierre al público de discotecas, salas de baile y salas de fiestas con espectáculo en toda Cataluña para tratar de frenar la transmisión del coronavirus.

También quedaron suspendidas en toda Cataluña las actividades musicales con pistas de baile o espacios habilitados fuera de los establecimientos y se obliga a cerrar a las once de la noche los salones de juego, casinos y salas de bingo.

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, también ha llegado a plantear el cierre de todos estos locales. “son uno de los lugares más claros donde se están produciendo brotes, no en Valencia, sino en España”, dijo a la Comunidad Valenciana, que de momento solo ha decretado la clausura de este ocio en Gandía, Peñíscola, Benidorm y Santa Pola, donde ha habido brotes.

También al presidente andaluz, Juanma Moreno, le está costando dar el paso. La Junta prefiere no cerrar del todo los establecimientos de ocio, pero el debate está. El paso que sí parece seguro que darán el lunes será el de prohibir los botellones entre jóvenes y endurecer alguna que otra medida, como ha hecho Murcia. La región dirigida por el popular Fernando López-Miras tiene prohibido el ocio dentro de los locales y se ha limitado a 15 el número de personas que pueden reunirse.

Contra los botellones también irá Galicia. Alberto Núñez-Feijoó llegó a anunciar el viernes pasado que no permitiría este tipo de celebraciones en la vía pública y pidió limitar las fiestas privadas. No ha sido tan duro esta semana con los establecimientos. Aunque su vicepresidente, Alfonso Rueda, ha advertido de que tomarán medidas “si es necesario”, el miércoles descartó cerrar locales. También en Cantabria, donde las discotecas deberán cerrar a las dos, se ha vuelto a reducir a 15 personas el aforo máximo de las reuniones sociales.

En Asturias, la celebración de botellones quedó prohibida desde este viernes para evitar rebrotes asociados al consumo de alcohol entre los jóvenes, a pesar de que en ningún punto de la comunidad autónoma se han dado casos de este tipo, al contrario de lo que ocurre en otras zonas del país.

La Consejería de Salud publicó el viernes por la tarde en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (Bopa) la resolución por la que se prohíbe expresamente la aglomeración incontrolada de personas para el consumo de alcohol en las vías públicas, parques, plazas y otros lugares de tránsito.

Sin clausuras pero con limitaciones están los establecimientos del País Vasco y de Aragón. 

El lehendakari Íñigo Urkullu ha hecho retroceder a todo el sector hostelero (incluyendo la noche) a una fase que mezcla características de la 2 y de la 3 con limitación de aforos y obligatoriedad de mascarilla en todo momento y en Aragón las autoridades han llegado a pedir un "autoconfinamiento" a la población, por lo que los bares y las discotecas han visto limitada su actividad al volver el territorio a una fase 2 flexibilizada. Navarra también ha limitado el horario de los locales nocturnos y ha dado potestad a las entidades locales para restringirlo aún más.

En Castilla-La Mancha, el presidente Emiliano García Page ha anunciado una normativa por la cual se obligará a los establecimientos a recabar el número de teléfono de los clientes que accedan a los locales a partir de la 1 de la madrugada. Por su parte, Castilla y León, La Rioja y Asturias aún no ha decidido qué medidas tomarán sobre las discotecas para evitar los brotes.

“Esos establecimientos cumplen con todas las condiciones para la transmisión del virus: espacios cerrados, poca ventilación, poco cumplimiento de las medidas de seguridad…”, explica Jesús Cabranilla, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Preventiva. En una conversación con 20Minutos sobre los peligros de los contagios en el ocio nocturno, admite que una manera de atajar la transmisión sería cerrando esos locales, pero también menciona el “duro golpe” económico que supondría. Además, explica que si se cerraran las discotecas la gente “haría fiestas ilegales”, por lo que lo que, dice, que deben hacer las autonomías es contratar más personal sanitario y más rastreadores para que esos brotes queden en nada.

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