La vicepresidenta y ministra española de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, conocerá este jueves si se convierte en la nueva presidenta del Eurogrupo y la primera mujer que ostenta este cargo. Calviño cuenta con el apoyo de dos pesos pesados de la zona euro como Francia y Alemania, cuya canciller federal, Angela Merkel, preside el Consejo Europeo este semestre. El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha confirmado este jueves el apoyo de su país a la candidatura de su homóloga española.

La ministra españoña tendrá como rivales por la presidencia del Eurogrupo al ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna, y al ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoel, principal rival de Calviño y miembro del Partido Popular Europeo. 

Los 19 ministros de Finanzas de la eurozona buscan sustituir al portugués Mario Centeno, quien aspira a presidir el banco central de su país. La votación será telemática y el elegido dirigirá el Eurogrupo los próximos dos años y medio. Nadia Calviño necesita al menos diez apoyos para ser presidenta y en la actualidad se baraja que tendría ya los apoyos de Alemania, Francia, Italia, Portugal, y Grecia.

La reunión del Eurogrupo arrancará este jueves a las 15.00 horas con una discusión sobre las previsiones económicas de la Comisión Europea y otros asuntos, como la situación fiscal de la eurozona y el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. A continuación, los tres candidatos podrán exponer sus proyectos antes de dar paso a una votación telemática a través de una aplicación. 

Para que alguno de los candidatos se convierta en presidente deberá obtener diez votos. Si en la primera votación nadie lo consigue, el que haya obtenido menos apoyos debería retirarse de la carrera por la presidencia para que los otros dos candidatos rivalicen en una última y definitiva votación. El vencedor será proclamado como nuevo presidente del Eurogrupo el próximo 13 de julio. 

Mayor mutualización de los riesgos

La elección de Nadia Calviño como presidenta del Eurogrupo es de vital importancia para seguir defendiendo que una futura reforma de la Eurozona  debe pasar una mayor mutualización de los riesgos y una mejor integración, como han defendido durante la pandemia del coronavirus los países del bloque del sur. Los países de la zona norte, como los Países Bajos a la cabeza, se han opuesto a este tipo de políticas. 

Si Calviño es finalmente la máxima autoridad de este organismo no gozará de pode para imponer ni vetar nada pero sí tendrá mucha inlfuencia en las decisiones que se tomen en la zona euro. Ahora que se está negociando el Presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 y el Fondo de Recuperación, la fugura de Calviño sería clave para orientar políticas concretas en favor de los intereses de España y forjar valiosas alianzas.