Moncloa ve con preocupación las informaciones sobre el 'caso Dina' pero no contempla una imputación de Iglesias

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias conversan durante el pleno en el Congreso.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias conversan durante el pleno en el Congreso.
J.J. Guillén / EFE
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias conversan durante el pleno en el Congreso.

En público, el Gobierno evita pronunciarse sobre las informaciones acerca del denominado 'caso Dina' y las explicaciones cambiantes que tanto el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, como su excolaboradora y dueña de móvil robado, Dina Bousselham, han ido dando sobre qué ocurrió con la tarjeta sim. Sin embargo, de puertas para dentro, existe inquietud en Moncloa. No porque el asunto pueda afectar al presidente ni a la acción del Ejecutivo, pero sí que lo que se considera "una operación para perjudicar" al vicepresidente por parte de la oposición, efectivamente se le esté volviendo en contra. Sin embargo, en el entorno de Pedro Sánchez no esperan que el asunto alcance un momento que sería crítico y no cuentan con que Iglesias pueda ser imputado.

Así es como se perciben los cambios de versión de Iglesias o Bousselham sobre qué ocurrió con la tarjeta del móvil, del que algunos medios difundieron después parte de su contenido y que al parecer incluía también imágenes íntimas. También, las informaciones que se han sucedido en las últimas semanas acerca de los presuntos intentos de Iglesias de convertir el robo del móvil de su exasesora en el Parlamento Europeo en una operación orquestada por las “cloacas del Estado”.

La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha rehusado ya en varias ocasiones hacer comentarios “sobre materias o asuntos que están en este momento en investigación judicial, serán los tribunales los que tengan que dictaminar esta cuestión”. Es aquí donde el entorno del presidente no espera que Iglesias sea imputado. En Moncloa, toda la cuestión se percibe como un asunto interno de Podemos, con tintes personales más que políticos que, sin embargo, los morados no han sabido manejar. Eso sí, se descarta totalmente que pueda afectar a Sánchez o a la acción de su Gobierno.

En una entrevista el viernes en RNE, Iglesias dio a entender que había hablado con el presidente de esta cuestión porque aseguró que “no tiene la más mínima preocupación” sobre el alcance de la investigación judicial sobre el robo del móvil de Bousselahm. “¿Tiene el apoyo del presidente?”, se le preguntó. “Vamos, solo faltaría”, respondió Iglesias.

Sin poner un punto ni una coma a esta afirmación lo que no puede evitar es que, mientras tanto, el embrollo judicial en el que está inmerso Iglesias esté siendo utilizado en la “guerra legal” que libra la oposición de derecha contra el Gobierno.

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