Malasmadres presenta al Gobierno su propuesta de teletrabajo: semipresencial y con perspectiva de género

Niños en casa y teletrabajo.
Niños en casa y teletrabajo.
ISTOCK - Archivo
Niños en casa y teletrabajo.

La Asociación Yo No Renuncio, del Club de Malasmadres, ha registrado este viernes en el Ministerio de Trabajo y Economía Social su propuesta de teletrabajo, participando así en la consulta pública abierta por el departamento que dirige Yolanda Díaz. El colectivo, que aglutina a más de 850.000 madres y mujeres de toda España, apuesta por un teletrabajo con perspectiva de género, que no invisibilice a las mujeres en el mercado laboral, y que a la vez permita conciliar vida familiar y laboral.

La asociación teme que, como ya sucede con la reducción de jornada, la opción de acogerse al teletrabajo la soliciten mayoritariamente mujeres madres, lo que puede traducirse en un freno a la carrera profesional. Malasmadres considera fundamental que sea una medida atractiva también para los hombres, como una oportunidad para avanzar en la corresponsabilidad dentro y fuera de los hogares.

Para paliar el efecto llamada que el teletrabajo puede tener para las mujeres, la asociación pide articular un sistema de paridad de obligado cumplimiento para la empresa. Así, propone la obligación por parte de las empresas de contar con un registro de la plantilla acogida al teletrabajo, segregado por sexo, “con el fin de marcar objetivos que a corto plazo lleven a la paridad, fomentando el uso entre los hombres con acciones concretas de concienciación y retribución”.

Teletrabajo parcial e imperativo legal con menores

En el mismo sentido, la asociación apuesta porque el teletrabajo no sea completo. Los expertos establecen que un 3/2 (3 días en casa y 2 en oficina o viceversa) es un buen modelo. “Es fundamental la parte presencial para que el teletrabajo no suponga la invisibilidad de aquellas mujeres que optan por esta medida”, dice la propuesta.

Para Malasmadres es fundamental avanzar en el teletrabajo y apuesta por esta modalidad, por imperativo legal, durante el tiempo que dure la crisis sanitaria y especialmente cuando los colegios y escuelas infantiles permanezcan cerrados. Además, considera importante que los trabajadores tengan derecho a acogerse al teletrabajo siempre que los menores a su cargo estén enfermos. Esta medida sería sin duda un gran avance para las familias españolas y frenaría el absentismo laboral.

Además, y en la línea de lo que ya han advertido otras organizaciones, Malasmadres pide articular sistemas de control y racionalización de horarios para cumplir con los objetivos y no alargar la jornada, haciendo uso si es necesario de programas informáticos que controlen los dispositivos.

Flexibilidad horaria

También es muy importante para el colectivo de Malasmadres la flexibilidad horaria. Se tomarían como base unas franjas horarias centrales de obligado cumplimiento y un margen de inicio y fin flexible, adaptable a cada persona según sus necesidades. Sin embargo, Malasmadres apuesta también porque la futura ley contemple la posibilidad de adaptar la jornada totalmente en las empresas y trabajadores/as que lo requieran, siempre dentro de un marco normativo y con un contrato aprobado.

Regular el derecho a la desconexión digital y mantener intactas las obligaciones empresariales en materia de prevención de riesgos laborales son otros de los aspectos que destaca la propuesta.

Contemplando estas medidas, el Club considera que las ventajas del teletrabajo pueden ser muchas: evitar desplazamientos, organizar la jornada laboral de forma flexible e impactar positivamente a nivel emocional y psicológico en los trabajadores y trabajadoras.

Campaña Esto no es conciliar

Esta nueva propuesta de Malasmadres se suma a las que ha venido lanzando desde que se inició la crisis del coronavirus a través de su campaña Esto no es conciliar, que ya han firmado más de 195.000 personas a través de change.org. El 23 de marzo, la asociación lanzó una encuesta para ver cómo se estaba teletrabajando: 7 de cada 10 mujeres apuntaban que no tenían un espacio de trabajo y el 97% sostenía que las principales barreras eran las interrupciones de los hijos e hijas.

“No queremos que el teletrabajo se convierta en una medida más de una supuesta conciliación en la que se ven atrapadas las mujeres y aumente la desigualdad laboral, en un país donde la brecha de género en el trabajo es una realidad que corregir”, sostiene Laura Baena.

Igual que ocurre con la reducción de jornada, el 85% de las cuales las cogen las mujeres y el 15% los hombres (según cifras del INE), la medida del teletrabajo mal planteada puede acabar siendo una trampa que “nos aleja de la igualdad y siga penalizando a la mujer en el mercado laboral”, sostiene el Club.

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