Por qué no debes tocar el agua de una piscina en Las Vegas, según un experto en guerra biológica

  • Dan Kaszeta explicó en un extenso hilo en Twitter lo que contiene el agua de estas piscinas tras realizar varios análisis.
Imagen de archivo de una piscina.
Imagen de archivo de una piscina.
PIXABAY
Imagen de archivo de una piscina.

Dan Kaszeta, especialista con décadas de experiencia en la protección contra armas químicas y biológicas, lanzó recientemente un mensaje en Twitter que inquietó a algunos usuarios: "Nunca te metas en una piscina en Las Vegas. Ni siquiera toques el agua", indicó.

Poco después, tras las preguntas de algunas personas, Kaszeta tuvo que explicarse en una serie de tuits.

Entre su extenso currículum, Kaszeta ha trabajado en el Ejército de EE UU, así como en la Oficina Militar de la Casa Blanca o el servicio secreto de EE UU. "Proporciono este timeline en Twitter como un servicio público muy necesario", ha justificado antes de ahondar en explicaciones.

A finales de los 90 en EE UU "fue un momento interesante", contextualiza Kaszeta. "El Gobierno apenas comenzaba a tomar en serio el terrorismo químico, biológico, radiológico y nuclear —conocido por sus siglas en inglés como CBRN—, el ántrax y todas esas cosas".

En aquel momento, Kaszeta se encontraba en el departamento de terrorismo químico y biológico de la Oficina Militar de la Casa Blanca, "era una de las pocas personas en una buena posición como para defender estos asuntos a nivel de trabajo a diferencia de lo político, que va de arriba hacia abajo", prosigue. Esa posición le permitió crear una red de contactos en varios departamentos y agencias en todo el Gobierno estadounidense para ampliar su capacidad contra el terrorismo químico y biológico.

Fue en esa época cuando recibió una llamada telefónica de la Casa Blanca: "Dan, tienes que ayudarme. Estoy trabajando en este caso en Las Vegas. Probablemente no sea nada, pero podría ser algo biológico. Pero necesito acceso a un laboratorio que pueda mantener esto en secreto hasta que sepamos cómo tratarlo".

Tras esta llamada, Kaszeta puso a esta persona en contacto con un laboratorio para poder analizar algunas muestras. La sustancia "sospechosa", según Kaszeta, era "un líquido claro", y para estudiarlo se utilizó un proceso que implicaba recoger otras muestras de control, recolectadas en el agua del grifo y en el agua de piscina de un gran hotel de Las Vegas.

Dos días más tarde, recuerda Kaszeta, "recibo una llamada a mi casa en mitad de la noche. Procedía de la centralita de la Casa Blanca. El laboratorio estaba muy ansioso por hablar conmigo".

Lo que los científicos encontraron tras analizar la muestra fue "una casa de los horrores", indica este experto. En concreto, lo que más alarmó al laboratorio fue la muestra de control del agua tomada en la piscina. "Entonces pregunté a los científicos qué había en esta muestra. Me respondieron que era más fácil decir qué no había en ella".

Concretamente, asegura Dan Kaszeta, dicha muestra presentaba "niveles alarmantes de Giardia y Cryptosporidium, ambos altamente resistentes al cloro". También contenía "una gran cantidad de metabolitos de la orina humana; materia fecal, humana, de mamífero y aviar; rastros de cocaína, ketamina y varios opiáceos diferentes", así como adenovirus, entre otras cosas "que ni sabía que existían", ha dicho. 

Tras estos resultados, Kaszeta pidió que se recolectaran muestras de agua de otras piscina, cuyos análisis resultaron similares. Años más tarde, Kaszeta visitó Las Vegas y recopiló muestras del agua él mismo, que mandó analizar al laboratorio. "Misma mierda, año diferente", resume.

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