La emergencia sanitaria provocada por la Covid-19 ha golpeado a Madrid como a ninguna otra comunidad en España. Los casi 15.000 fallecidos y los cerca de 70.000 infectados que ha tenido que lamentar la región han obligado al Gobierno autonómico a volcar todas sus energías en atajar la crisis sanitaria y aparcar muchos de los proyectos que habían empezado a tramitar en los últimos meses.
Pasado lo peor de la emergencia, y aunque la vista sigue puesta en los recursos y la capacidad sanitaria para evitar atajar amenaza de rebrote, las 13 consejerías del Ejecutivo PP-Cs que preside Isabel Díaz Ayuso están retomando, poco a poco, muchos de los trámites que quedaron congelados a principios del pasado marzo y que en los próximo meses contribuirán a la recuperación económica de la región.
La semana pasada, con la entrada de la comunidad en fase 1, el Gobierno ya apostó, incluso, por dar a conocer proyectos nuevos de inversión. Por un lado, se anunció la ampliación del hospital Niño Jesús gracias a la construcción de un pabellón de 9.000 m2 con aparcamiento subterráneo que podría empezar a levantarse a finales de este año. Por otro, se avanzó un plan de obras en el Canal de Isabel II que incluye la licitación de 258 contratos con un presupuesto global de 1.700 millones de euros con los que se espera generan 50.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Con la puesta en marcha de estos proyectos, lo previsible es que a lo largo de las próximas semanas se vaya retomando la actividad de los que quedaron paralizados en marzo. "Depende de muchos factores, pero no tenemos intención de suspender ninguna inversión que ya esté prevista", afirmó la semana pasada el vicepresidente y portavoz del Gobierno, Ignacio Aguado.
Uno de los planes más ambiciosos que debe avanzar es la reforma integral del hospital de La Paz, una intervención a 12 años vista que está pendiente de pasar por el Consejo de Gobierno después de que en noviembre se adjudicara el diseño a los estudios Burgos&Garrido y Mapa Arquitectos Consultores, ganadores del concurso de ideas que se organizó. De no haber sido por el coronavirus, lo más probable es que el Consejo ya hubiera dado luz verde a este proyecto, que prevé una inversión de 505 millones.
También se irá desarrollando Madrid Nuevo Norte, otro de los grandes planes de las administraciones madrileñas que en este caso sí que pudo sortear la emergencia, ya que fue aprobado por el Ejecutivo autonómico el 26 de marzo, después de acumular más de dos décadas de trámites.
Pendientes de avance están también todas las iniciativas que se habían planteado en transporte e infraestructuras: desde ampliaciones de trazados (como las líneas 3, 5 y 11) en Metro de Madrid hasta la prolongación del horario de apertura de este servicio durante las noches de los viernes y los sábados pasando por la contratación de 300 maquinistas. En la misma situación se encuentran el tercer carril de la M-607 o el bus-VAO de la A-2.
Pero no solo las grandes infraestructuras esperan, también el campo madrileño ansía la reactivación, ya que el denominado Plan Terra, que preveía una inversión de 100 millones de euros en el sector agroganadero de la región, se presentó apenas un mes antes de la declaración del estado de alarma.
La que tendrá que esperar un año más es la tercera hora de Educación Física en la etapa de Secundaria, que estaba prevista para implantarse desde el curso escolar que debe empezar en septiembre, pero que se ha descartado por el virus. La Consejería de Educación informó el viernes que los gimnasios de los centros escolares se barajan como ampliación para las aulas y, sin ellos, planificar más tiempo de actividad física resulta complicado. La implantación se hará desde el curso 2021-2022.
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