Ante la crispación que ha atribuido a otros partidos, "no caer en la provocacion". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha echado este domingo algo parecido a un capote a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que la semana pasada puso su grano de arena en la formidable tensión política de estos días al decir en el Congreso que a Vox lo que le gustaría sería dar un golpe de estado, pero no se atreve.

Iglesias dijo la "verdad" al acusar a Vox con querer dar un golpe de Estado

Preguntado por este episodio, Sánchez no ha mentado a Iglesias ni a ningún otro miembro de su Ejecutivo, pero ha subrayado que lo que le parece "muy importante" es "no caer en la provocación", algo que el Gobierno tiene que aplicarse en primer lugar.

"Todos tenemos que hacer por no entrar en provocaciones, si hay alguien más responsable en no caer en estas provocaciones es el Gobierno de España".

"Miremos hacia adelante", ha dicho Sánchez, que fuentes el Gobierno han asegurado que ni siquiera llegó a hablar con Iglesias sobre lo sucedido en el Congreso o a pedirle explicaciones por ello, Las fuentes aseveran que no hizo falta.

Griterío y virus de la división

Como viene haciendo desde hace semanas, Sánchez ha vuelto a pedir "unidad" y "concordia" entre las fuerzas políticas. También, no caer en un virus distinto al Covid-19, el de "la división". También se ha detenido a elogiar a su ministro de Sanidad, Salvador Illa, y al doctor Fernando Simón, diana de las críticas de la oposición y contra quienes se han presentado demandas en los juzgados.

"Cuando nos hemos sobrepuesto a la peor crisis mundial en un siglo, vale la pena que no nos dejemos distraer por el griterío y la provocación", ha dicho antes de pedir que tomemos como "referencias" a Simón e Illa.

"En la España que se abre, la unidad  es más importante que nunca, hemos de mantener a raya el virus de la división, de la provocación, a todos ahora les pido concordia, comprensión, convivencia, solidaridad y empatía con los que peor lo están pasando".