Según ha señalado Truyol en rueda de prensa tras la celebración del Consejo de Gerencia de Urbanismo ha explicado que el informe favorable es uno de los "trámites preceptivos" para la aprobación definitiva del plan de protección del barrio palmesano.

Truyol ha explicado que la tramitación está siendo más lenta de lo deseado "pero ya está en su fase final" y solo falta recibir el informe de la Dirección General de Recursos Hídricos para completar el expediente y "poder decir que uno de los barrios más singulares de Palma queda protegido".

La edil ha recordado que el Pleno de Cort aprobó inicialmente el plan especial en 2017 y que su tramitación " se complicó" debido a los estudios de riesgo de inundabilidad por el paso de los torrentes de Sant Magí y de la Riera.

Truyol ha señalado que el plan responde a las "reivindicaciones históricas" de los vecinos y vecinas del barrio y que se crearán nuevos espacios libres, que dejarán atrás "proyectos que desfiguraban el trazado urbano histórico".

La regidora de Modelo de Ciudad ha indicado que "se borran" grandes aparcamientos sepultados y grandes construcciones en primera línea para proponer una "edificabilidad equilibrada y respetuosa con la catalogación BIC".

Por otra parte, ha añadido, se regulan los "usos equilibrados entre barrios y restaurantes" y la convivencia vecinal con una normativa de restricción de densidad que limita a tres establecimientos cada 100 metros, similar a la aprobada para Santa Catalina y las calles para peatones.

Además, Truyol ha recordado que el plan especial permitirá hacer viable la rehabilitación de los molinos, que podrán convertirse en viviendas o en restaurantes, y por tanto "recuperarlos como elementos patrimoniales singulares del barrio y la ciudad".

En cuanto a los usos de los molinos se permitirán todos los que contempla el catálogo y se requerirá de la aprobación de la comisión del centro histórico en relación a la adecuación del uso propuesto en el edificio.