El coronavirus se extendió en España con el gobierno recién estrenado de Pedro Sánchez, pero no es la primera epidemia a la que se enfrenta nuestro país, que ya ha vivido la gripe aviar o la porcina y ha conocido el SARS. Su predecesor, Mariano Rajoy, tuvo que hacer frente a la crisis por el virus del ébola, no sin críticas del propio Sánchez y su ahora vicepresidente Pablo Iglesias desde la oposición. Sin embargo, fue precisamente el dirigente popular quien incluyó las bases de un plan de actuación frente a posibles epidemias y pandemias en la Estrategia de Seguridad Nacional que se aprobó en diciembre de 2017, seis meses antes de que ser derrotado en la moción de censura de Pedro Sánchez, y que se mantiene en vigor a día de hoy.

El ministro de Ciencia, Pedro Duque, expluicó hace unos días que en España no había un plan redactado que contemplara pandemias, Sin embargo, el Gobierno central sí aprobó el mandato de aprobarlo e incluso fijó las bases que debían guiarlo. Fue el 1 de diciembre de 2017, así que han pasado más de dos años desde que se acordase su redacción. El documento advierte del aumento de enfermedades emergentes en las últimas décadas, "todas ellas con un fuerte impacto a nivel nacional" como el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), la gripe por virus A/H5N1 (Gripe aviar), la pandemia de gripe por virus A/H1N1 (Gripe porcina); el poliovirus salvaje; el Ébola en África del Oeste y la infección por virus Zika.

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Este tipo de amenazas eran uno de los objetivos del Gobierno en cuanto a seguridad nacional, sobre todo teniendo en cuenta la vulnerabilidad de nuestro país por la cantidad de turistas que recibe anualmente, por tener algunos de los puertos y aeropuertos con mayor tráfico del mundo, un clima que "favorece cada vez más la extensión de vectores de enfermedades"; una población envejecida y una situación geopolítica polarizada, según especifica dicho informe.

Éste señala la necesidad de prevenir mediante la vacunación o el control de mercancías en las fronteras y contempla un plan de preparación y respuesta ante este tipo de amenazas y desafíos al considerar que forman parte del nuevo panorama de seguridad junto al cambio climático o la ciberseguridad, entre otros. Por ello, y para estar preparados para abordar estas amenazas se designó una serie de "recursos, capacidades y esfuerzos" para su optimización y uso y eficiente.

Ampliar la capacidad sanitaria, entre las líneas de actuación

Las líneas de acción de este plan se dividen en tres principales: adaptar los servicios de salud pública tanto del Estado como de las Comunidades para asegurar una adecuada capacidad de respuesta; impulsar la coordinación internacional para el intercambio de información sobre la gestión y el tratamiento de las nuevas enfermedades y desarrollar los Equipos Técnicos Españoles de Ayuda y Respuesta de Emergencias (START) y favorecer su participación en misiones internacionales.

La ampliación de las capacidades sanitarias es una de las principales líneas de actuación, y para ello el documento especifica la revisión y actualización periódica de los planes de respuesta, así como la elaboración de un plan nacional y un mecanismo de coordinación entre el Ejército, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los responsables judiciales y las autoridades sanitarias para dar una mejor respuesta "ante ataques intencionados con agentes infecciosos".

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El plan también prevé adaptar la red de hospitales de tratamiento del Ébola para que sean los referentes en otras enfermedades infecciosas de alto riesgo y ampliar los sistemas de vigilancia de "introducción de vectores exóticos", así como establecer entre los departamentos ministeriales involucrados protocolos para la entrada de animales y mercancías que puedan contener patógenos o personas que lleguen al país con enfermedades infecciosas de alto riesgo.

También cuenta con reforzar las capacidades de respuesta de los equipos de intervención de sanidad exterior en las fronteras e incluso nuevos protocolos de gestión y comunicación ante crisis alimentarias en coordinación con la UE y otras autoridades internacionales.

Este documento fue aprobado el 1 de diciembre de 2017, apenas seis meses antes de que Pedro Sánchez apease a Rajoy de la Presidencia del Gobierno en una moción de censura y desde entonces no se ha vuelto a actualizar esta Estrategia, que es el marco de referencia para la política de Seguridad Nacional.