María Teresa Campos, confinada y angustiada: "Terelu lo pasa mal, le aterroriza que me pase algo"

Terelu Campos y Carmen Borrego en el cumpleaños de su madre, María Teresa Campos.
Terelu Campos y su madre, María Teresa Campos.
GTRES
Terelu Campos y Carmen Borrego en el cumpleaños de su madre, María Teresa Campos.

Está acongojada e intranquila. Normal, el coronavirus ha cambiado la vida de todos. María Teresa Campos, además, entra dentro del grupo de riesgo debido a su edad, 78 años. Y su hija, Terelu Campos, con quien está viviendo, se está, valga la antítesis, desviviendo por ella.

Lo ha contado en una entrevista exclusiva con la revista Lecturas en donde repasa su día a día del confinamiento, que pasa con su hija y con la asistenta de esta, pero es sobre todo la primera quien no deja a la veterana presentadora tener ningún contacto con el exterior.

"Estoy supercuidada", asegura riéndose, "tanto que no quiero ni mirarme al espejo, porque como Terelu no deja que entre nadie en esta casa, ni con mascarilla ni sin mascarilla, no me puedo poner un tinte ni cortar el pelo", comenta entre las cosas que le tiene prohibida su hija.

Y eso que no pueden sentirse más unidas la una a la otra y ya la matriarca se atreve a contradecir algunas de sus órdenes y ese tinte del pelo será su primera y mínima victoria doméstica cuando se lo traiga su asistente de confianza, Gustavo, y se lo ponga la propia Terelu: "No le he dejado decir ni sí ni no. Le he dicho: 'Mira, hemos tenido una semana un poco así porque yo me deprimo'".

Afirma la madre de Carmen Borrego que está aceptando todo lo que manda la colaboradora de Viva la vida porque su ilusión es poder salir y abrazar y besar a los suyos, pero reconoce vivir "angustiada" por ver a Terelu tan agobiada con que a ella le pase algo que mantiene la distancia social incluso dentro de la casa.

"Terelu lo pasa mal. Es como si hubiera asumido esa responsabilidad. ¡Es tan cuidadosa de todo!", desvela María Teresa, que acto seguido balbucea como si estuvieran a punto de empezar las lágrimas: "A ver como lo digo, me dan ganas de llorar, ¡a ella le aterroriza que a mí me dé algo!".

"Los besos se los doy a la perra porque los perros no contagian nada"

"No puedo entrar en contacto con nadie que haya estado en la calle ni entrar en la cocina. Con la persona que yo me he traído, con Sonia, sí, porque lleva confinada conmigo en mi casa desde el principio", reconoce la periodista que confiesa susurrando que echa de menos el contacto humano.

"He tenido tentaciones de besarla", asegura, así como la solución intermedia que ha encontrado para que esa contención maternofilial y esos impulsos de cariño tengan una salida: "Los besos se los doy a la perra porque los perros no contagian nada".

A María Teresa Campos le está dando mucha pena ir sabiendo por la televisión y la radio el número de infectados y, sobre todo, los fallecidos, entre ellos persona que ella ha conocido en su larga trayectoria.

"Creo que los que todavía estamos con salud en casa somos unos privilegiados. ¡Lo que nos está pasando es una cosa terrible! Me ha dado una pena la cantidad de personas que han muerto, y las que yo conocía… ¡y familiares de amigos!", cuenta con tristeza.

Ella, además, es una de las personas que más tiempo lleva aisladas, dado que por recomendación de su "Dios", como ella define a su médico, el doctor Calvo, se encerró en casa y no acudió a un estreno al que estaba invitada unos días antes de decretarse el estado de alarma.

"Ya llevaba días oyendo hablar del virus y me di cuenta de que salir a la calle era peligroso", rememora, así como que en aquellos momentos estaba en su casa, pero luego se fue a casa de la madre de Alejandra Rubio, previo paso por casa de su hija Carmen.

"Me fui unos días con Carmen. Como Terelu había estado rodando con mucha gente días antes, no se fiaba. Cuando pasó un tiempo prudencial, me vine a su casa", narra la presentadora, que extraña una costumbre que quiere realizar en cuanto termine todo esto: los domingos "jugando a las cartas".

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