Mercedes Milá regresa sin censura: "Ahí estaban los dos foll... y yo apoyándome en la cama y preguntándoles cosas"

  • Milá estrena entregas de 'Scott y Milá', un impagable programa en el que nos sumerge en temas y realidades. 
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La periodista Mercedes Milá, en una promoción en vídeo de 'Scott y Milá'.

La presentadora Mercedes Milá regresa este lunes a Movistar+ con su programa Scott y Milá, con el que trae cuatro nuevas entregas en las que reflexiona, desde dentro, en cuatro grandes asuntos de corte humano. 

Milá, con su yin explosivo y espontáneo y su yang sensible e intuitivo, equilibra los temas en los que se sumerge, como la sexualidad femenina y sus secretos, la naturaleza y el campo como fuentes de la felicidad, el valor de los libros y el de la amistad.

De hecho, rendir homenaje a la amistad le llevó hasta el tema de su primer capítulo, el que se emite esta noche (en #0 de Movistar+, a las 22.00 h y después bajo demanda), llamado Curso del 68, un episodio en el que Mercedes se reencuentra en Roma con cuatro compañeras del colegio, cincuenta años después de haber terminado el último curso. 

Y aquel viaje le pilló en medio del brote y cénit del coronavirus en Italia. "Me impresionó mucho cómo cambiaba la vida, las calles, el día a día de todo. Eso fue el primer golpe. Y cuando volvimos a España llegó aquí y empezamos a entender que iba en serio y que íbamos a estar encerrados en casa", narra Milá. 

Mercedes Milá, durante la grabación de 'Scott y Milá', de Movistar+.
Mercedes Milá, durante la grabación de 'Scott y Milá', de Movistar+.
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Allí, en Roma, se reencontró con la famila, pero de lejos, con esa distancia social que nos salva y daña al mismo tiempo. "Mi hermano [Lorenzo Milá, corresponsal de TVE en Roma] le adoro con toda el alma y ha hecho un trabajo muy bueno que nos ayudó a parar el miedo. El miedo es más peligroso que el propio virus. Él hizo tal como le dijeron los científicos que se hiciera, porque le han acusado de ser demasiado optimista. Me dio mucha alegría verle, pero mucho dolor no poder abrazarle. Estuve con Sagrario, mi cuñada, que le hicimos una entrevista junto al Tíber, que la veréis, y con mis sobrinos de lejos, cuando en mi familia somos muy de abrazos y de tocarnos y de demostrar el amor así. No pudo ser, tendrá que ser más adelante", dice con resignación la presentadora. 

Milá es una persona famosa, conocida de sobra. Su relación con la gente del pasado a veces es rara. "No soy de las personas que se reúnen con sus compañeras de colegio. Y fue una gran sorpresa encontrar a cuatro tías de primera categoría. Cuatro mujeres que habían vivido cuatro biografías distintas que iréis viendo en el programa. Y ellas me habían visto ir creciendo y yo a ellas no, así que me tuve que ir acoplando yo a ellas más que ellas a mí".

Y además, Milá se encontró con un pasado que ya no recordaba: "Ellas tienen memoria que yo no tengo del colegio y me cuentan cosas que yo hacía o decía que yo no me acordaba, pero con las que me tronchaba". 

Lectora incansable y defensora de la literatura a ultranza, asegura Mercedes Milá que ella puede estar recluida en "una caja de dos por dos" sólo con un libro, su perro y alimentos. 

Lo que lleva mal no es el confinamiento, si no enterarse "de las historias tristes, de personas cercanas con familiares fallecidos que no han podido hacer el duelo. Ayer me dijo una amiga que llevaba 32 muertes cercanas. Me parece que eso es insoportable".

Es una mujer valiente y los altibajos que ha pasado la han hecho más fuerte. Por eso no teme al coronavirus en lo personal. "No tengo miedo. Tengo serenidad. Yo hago meditación todos los días y a mi eso me ha cambiado la vida", explica. 

Esa serenidad la encuentra "en que sea", y recurre "a mis seres queridos, a personas que he conocido y han muerto… deposito mi futuro en sus manos, porque creo que es verdad que esa energía se transforma y que están en un lugar desde el que nos pueden ayudar. Yo he aprendido a tener herramientas suficientes en estos últimos años para mantener el equilibrio. Y eso es un tesoro que le agradezco a la depresión", remarca.

De esta crisis Mercedes Milá querría que aprendiéramos algo, por lo menos. "Me conformaría con que hubiéramos aprendido que la solidaridad, la compasión, la generosidad y la empatía son cosas importantes. Y luego hay hijos de puta...", dice, siempre dejando en alto una opinión. 

Volviendo al programa, que trae nuevas perspectivas sobre la sexualidad femenina, avanza que con "ese programa os vais a tronchar, chicas. Y vosotros, preparaos".

Y fue para esa entrega para la que hizo una de sus entrevistas de campo más al pie de la noticia. Al pie de la cama, literalmente, cuando no dudó en hacer un cuestionario a una pareja mientras practicaba sexo. 

"Yo estaba allí. Esa pareja de ingleses son el homenaje más grande que se puede hacer al conocimiento, la bondad y la generosidad. Tu imagínate esas personas, con la edad que tienen, ella con un cuerpo genial porque es muy atleta y él con un cuerpecito… pues ahí estaban los dos follando y yo apoyándome en una cama con la rodilla y preguntándoles cosas", rememora Milá.

Por eso Scott y Milá es "un regalo", porque "eso no lo habría podido hacer en ningún otro programa", se congratula Mercedes Milá. 

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