El Eurogrupo acaba sin acuerdo, dividido sobre los 'coronabonos' y el fondo de rescate, y lo volverá a intentar el jueves

La ministra Nadia Calviño conversa con el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas luso, Mario Centeno.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, conversa con el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas portugués, Mario Centeno, en una imagen de archivo.
EFE
La ministra Nadia Calviño conversa con el presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas luso, Mario Centeno.
Ha sido una reunión muy larga y muy tensa. Sobre todo entre los Ministros de Economía y Finanzas de Holanda e Italia que han protagonizado el enfrentamiento más duro. El punto de la discordia: la mutualización de la deuda, que los países compartan los gastos a través de los eurobonos. El norte de Europa se niega. Ni Alemania ni los Países Bajos quieren asumir el riesgo de impago de otros países como España. La Ministra de Economía, Nadia Calviño destacaba poco antes de comenzar el encuentro la necesidad de responder todos a unaEl otro gran escollo es el acceso a los créditos. 200 mil millones de euros en préstamos y un fondo contra el paro. Los países más afectados como España piden que se suavicen las condiciones de acceso siempre que los fondos se utilicen para dar respuesta al coronavirus y se cumplan las normas fiscales comunitarias. Holanda es tajante y se opone.

La reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) ha finalizado sin acuerdo tras dieciséis horas de negociación y el encuentro se repetirá este jueves en un nuevo intento por desbloquear un paquete de medidas económicas para aliviar el impacto de la pandemia de coronavirus.

Así lo ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en un mensaje que ha compartido en la red social Twitter. "Tras 16 horas de discusiones nos hemos acercado a un acuerdo pero no hemos llegado. Suspendo el Eurogrupo y continuaremos mañana, jueves", ha escrito. "Mi objetivo sigue siendo el mismo: una red fuerte para la UE contra los efectos del Covid-10 para proteger a trabajadores, empresas y países y comprometerse a un cuantioso plan de recuperación", ha añadido el portugués. 

Los equipos de los responsables económicos de los países del euro y el resto de Estados miembros de la UE, que también estaban invitados al encuentro, han pasado la noche intentando acordar un documento de conclusiones que satisfaga a todas las capitales y en ocasiones la pelota ha pasado a nivel de ministros, por ahora sin ningún resultado positivo.

Los principales desencuentros siguen siendo la negativa de Italia a aceptar cualquier condición para acceder a las líneas de crédito del fondo europeo de rescates (MEDE) y el rechazo de Países Bajos a que el texto sobre el plan de recuperación incluya una mención a la mutualización de deuda.

Propuestas en debate

A la reunión virtual llegó un paquete de tres iniciativas a corto plazo que parecía destinado a salir delante y que supone más de 500.000 millones de euros en préstamos a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea.

Los 200.000 millones movilizados a través del BEI --el ICO europeo-- parecen ser ahora el único punto en el que hay consenso. Italia sigue rechazando que los préstamos del MEDE hacia los Estados miembros que lo soliciten lleven aparejados algún tipo de condicionalidad, algo que choca con la idea de Países Bajos, que distingue dos fases.

El Gobierno de Mark Rutte piensa que en una primera etapa estas líneas de crédito deben destinarse únicamente a combatir la pandemia de Covid-19, pero cree que, una vez superada la emergencia sanitaria, tiene que haber un acuerdo para adoptar reformas económicas que garanticen la estabilidad financiera.

El escollo de los 'coronabonos'

El principal punto de fricción, sin embargo, es la posibilidad de emitir deuda mutualizada de la Unión Europea, ya sea con el nombre de "coronabonos", "eurobonos" u otro, como demandan una decena de países, entre ellos España, Italia y Francia, para financiar la recuperación.

Francia ha propuesto la creación de un fondo temporal, fuera del marco presupuestario de la UE, con capacidad de emitir deuda respaldada con garantías de los Estados miembros que se reembolsaría después a través de contribuciones de los países o con un "impuesto de solidaridad" europeo.

La idea es rechazada de plano por Alemania, Holanda, Austria o Finlandia, que se oponen a una herramienta que implicaría que el conjunto de la UE asuma el riesgo de impago de la deuda de cualquiera de sus miembros.

La postura española

La vicepresidenta tercera del Gobierno español, Nadia Calviño, defendió antes de la reunión que no pueden adoptarse solo medidas de liquidez a corto plazo, sino que la UE debe empezar a trabajar ya "en un mecanismo que permita la puesta en común de la deuda" para financiar las inversiones necesarias para la recuperación.

España, dijo, defenderá que las conclusiones del Eurogrupo reflejen "un claro compromiso" de trasladar a los jefes de Estado y de Gobierno que hay que trabajar "desde ya" en este mecanismo.

El acceso a los créditos

El segundo escollo principal es la condicionalidad asociada a la línea de crédito para la pandemia que pondría en marcha el MEDE, que podría prestar hasta 240.000 millones de euros a los países que lo soliciten, unos 28.000 millones en el caso de España, según las cifras difundidas por Alemania.

Holanda encabeza la oposición a suavizar las condiciones de acceso a los créditos del MEDE, pese a que el consenso general es que deben ser más ligeras que en los rescates gestionados por la crisis financiera, donde se exigió a los beneficiarios adoptar medidas de austeridad o aplicar reformas estructurales.

España rechaza que se apliquen condiciones específicas caso por caso para los países que soliciten liquidez por la pandemia y defiende, en línea con la postura de la Comisión Europea, que se limiten a usar los fondos para la respuesta al coronavirus y a cumplir las normas de disciplina fiscal comunitaria.

Italia, sin embargo, es más reacia al MEDE, un instrumento que en el país se asocia muy estrechamente al estigma de los rescates y el Gobierno considera "inadecuado", y apuesta con más ahínco por los "coronabonos".

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