La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha declarado este martes públicamente que entre el 60 y el 70% de los alemanas se contagiará de coronavirus. En una rueda de prensa monográfica sobre el COVID-19, ha lanzado esta elevada cifra y ha recordado que de momento “no hay terapia ni vacuna” para frenar el virus y ha pedido a los alemanes “solidaridad” y “sentido común” para evitar actividades que puedan fomentar los contagios

Aunque el objetivo sea el mismo, ralentizar la tasa de contagios para no saturar el sistema, la cruda realidad que ha pintado Merkel es impensable de momento dentro de la estrategia que ha elegido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para afrontar la comunicación de la enfermedad. Frente a previsiones de contagios, Moncloa extrema la cautela a la hora de anunciar medidas que no terminan de tomarse hasta que las autoridades sanitarias dan la luz verde.

Merkel alerta de que hasta el 70% de la población mundial puede contagiarse de coronavirus

No obstante, el Gobierno tiene también sus propias previsiones de contagios. Pero en lugar de cifras, Sánchez adelantó este martes “semanas duras y difíciles”. Una de las causas plausibles que se observa en relación a la diferencia entre el tono de los líderes políticos de Alemania y España tiene que ver con una cifra, el 12%, la aportación del turismo al PIB español, nada comparable al poco peso que sector tiene en Alemania y que podría explicar la libertad con la que Merkel ha hablado hasta de un 70% de contagiados.

Sánchez aseguró este lunes que el Gobierno sigue una “total transparencia informativa” sobre lo que sucede en torno a la epidemia, pero aunque se han intensificado las reuniones y ruedas de prensa, la máxima es la cautela a la hora de adelantar decisiones que puedan sembrar el pánico entre la población. Este miércoles, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha puesto palabras a esta manera de proceder. En su rueda de prensa matinal, ha indicado que la prioridad en estos momentos no es comunicar lo que se hace, sino contener el avance de la enfermedad.

Al inicio de la epidemia

Precisamente, la Secretaría de Estado de Comunicación ha recurrido este martes a Simón para unirse a una campaña en redes sociales que con la etiqueta "#FrenarLaCurva" explicar por qué los ciudadanos tienen que seguir a rajatabla las recomendaciones de los expertos y observar las restricciones que se han decretado. Aunque indica que “estamos al inicio de la epidemia”, en el vídeo de tres minutos y medios no hay ni una sola cifra sobre las personas que podrían verse afectadas.

#FrenarlaCurva: el Gobierno recurre a Fernando Simón para explicar el por qué de las medidas contra el coronavirus

Lo que intentan tanto España como Alemania y otros muchos países es reducir el ritmo de contagio para no saturar los sistemas sanitarios. Merkel lo ha explicado directamente. Sánchez se limitó este martes a pedir responsabilidad a la población, que extremen las medidas de higiene y sigan “al pie de la letra” las indicaciones sobre contactos sociales y primen la atención a las personas más vulnerables. Mientras, las decisiones que ha empezado a tomar el Gobierno dicen más que sus palabras, por ejemplo, con recomendaciones y facilidades económicas para teletrabajar  para los trabajadores se queden en casa

En este escenario, por ejemplo, de momento Moncloa no quiere precisar, por ejemplo, si de la teleconferencia que celebrará el sábado Sánchez con los presidentes autonómicos saldrá alguna medida de restricción de movimientos a escala nacional. De momento, en todo el país solo se ha decretado la anulación de los viajes del Imserso y este martes Sanidad ha pedido a la población de Madrid no desplazarse a otras comunidades.

Pero si va a haber más restricciones de movimientos en otros territorios o en todo el país, de momento es una incógnita. En el Gobierno responsabilidad a "todos" y optan por "adecuar las medidas paso a paso y contarlas también de esa forma en estas circunstancias tan particulares”.

El punto de inflexión, el 8-M

El Gobierno no quiere crear alarma y Sánchez y sus ministros han evitado las críticas por no haber suspendido las manifestaciones del 8-M asegurando que en todo momento se han seguido las recomendaciones de los expertos sanitarios, que sólo en la tarde-noche del domingo pasado notificaron a Moncloa el empeoramiento objetivo de la situación.

El punto de inflexión fue que la duplicación de los contagios en la Comunidad de Madrid el domingo pasado, 8 de marzo, cuando se puso en marcha la maquinaria para pasar de una fase de “contención” a una de “contención reforzada”. Curiosamente, todo ocurrió mientras se celebraban en distintas ciudades, y sobre todo en Madrid, manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer.

En este tiempo, la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid recavó el aumento de contagios y lo trasladó a Moncloa, donde niegan que pueda imputarse a este empeoramiento las manifestaciones del 8-M o el mitin en la plaza de toros de Vistalegre de Vox, uno de cuyos dirigentes, Javier Ortega Smith, ha dado positivo.

De momento, el Gobierno delega en los expertos sanitarios y sus recomendaciones en no haber impedido estos eventos pero todavía queda conocer si realmente tuvieron alguna responsabilidad en la propagación de la enfermedad. Los síntomas y posibles contagios durante la jornada del domingo no empezarán a detectarse hasta el final de la semana.