Las hijas de Mª Teresa Campos, enfrentadas por Bigote Arrocet: Carmen Borrego le ataca, Terelu le defiende

María Teresa Campos y sus hijas.
María Teresa Campos y sus hijas.
GTRES
María Teresa Campos y sus hijas.

Casi siempre hay dos formas de ver una misma situación. El cien por cien de las veces cuando hablamos de una ruptura. La de María Teresa Campos y Bigote Arrocet, por supuesta, da para posicionarse. Lo más extraño es que, a estas alturas, sean las propias hijas de la presentadora quienes no se ponen de acuerdo.

Y eso que han pasado tres meses desde que el humorista dejase a la madre, de 78 años, de Terelu Campos y Carmen Borrego, que la han apoyado hasta la saciedad por el mal trago que acaba de pasar. Pero su amor incondicional no ha evitado que, de cara a la galería, ambas hijas se hayan mostrado tan diferentes a la hora de hablar de Edmundo.

Por un lado, Carmen Borrego, de 53 años, se ha mostrado beligerante y combatiente, capaz de llegar a cotas un tanto extremas quizás -como cuando dijo ""Si llego a tener delante a Edmundo, lo mato"-, pero solo porque no concibe las formas en las que se ha producido la ruptura de la relación.

Por otro lado, la madre de Alejandra Rubio ha sacado a relucir su faceta más indulgente y benigna, hablando en muchos casos bien de él en los seis años de amor que duró la relación del chileno-argentino y María Teresa Campos. La colaboradora, de 54 años, incluso ha llegado a defender a Bigote, como ha hecho Gabriela, su hija, arremetiendo de paso contra al clan Campos.

Es precisamente gracias a este hecho que se puede ver claramente las dos posturas que han escogido las hijas de la presentadora. En un momento dado, Gabriela no dudaba en avivar el fuego asegurando que tanto Terelu como Carmen Borrego eran las culpables de la ruptura, así como las comparaba con las hermanastras de Cenicienta.

"Yo me pongo en el lugar de Edmundo y que se haya acabado esta relación no significa que se puede decir cualquier cosa de él"

Terelu, siguiendo su actual doctrina de no querer hablar para caldear el ambiente, respondió muy cauta: "No voy a alimentar nada de esto". Punto. Pero Carmen Borrego no se pudo contener y abrió la caja de Pandora y de los truenos y atacó a Gabriela por sus palabras.

"Nosotras al menos, cuando consumimos, consumimos lo nuestro. Lo que yo conozco de ella es que siempre llama a su padre para pedirle cosas. Y me llama la atención que ponga las manos en el fuego asegurando que su padre no es un hombre infiel cuando ella es hija de una infidelidad de Edmundo", respondió airada la menor de las hermanas.

Y es que la actitud de ambas no podría ser más dispar. La templanza y moderación de Terelu contrasta con la energía y el ímpetu de Carmen. Si la mayor afirmaba en Viva la vida "Yo en ningún momento, ni mi hermana ni mi madre, le hemos faltado el respeto a Edmundo. A partir de ahí no tengo nada que opinar", le aseguraba Borrego a la revista Lecturas -en una entrevista que ha reconocido que hizo porque le venía bien el dinero-: "He sufrido mucho por mi madre, la he visto muy mal por cómo la ha dejado. El final ha sido brutal, desgarrador. Su vida era Edmundo y sentir ese vacío es tremendo. Pensé que mi madre podía entrar en una depresión. Lo del WhatsApp fue cruel, muy duro".

Eso sí, parece claro que Terelu ha querido empatizar con quien hiciera tan feliz a su madre: "Yo me pongo en el lugar de Edmundo y que se haya acabado esta relación no significa que se puede decir cualquier cosa de él. Las parejas están, dejan de estar. Se pueden acabar las relaciones de una mejor manera, maravillosamente, muy feamente. De ahí a tener que tirar por tierra a una persona, a mí no me parece justo".

Es decir, que mientras Terelu Campos entierra el hacha de guerra y busca que todos estén bien avenidos con cómo se han sucedido los hechos (Verbigracia: "Se está saliendo todo de madre con respecto a Edmundo"), Carmen Borrego tiene claro que, por María Teresa Campos, ella, en primera línea de batalla ("Quien hace daño a mi madre me lo hace a mí").

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