Primer caso de coronavirus en una cárcel española: una trabajadora del jardín de infancia en Aranjuez

Imagen de la prisión de Aranjuez.
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Imagen de la prisión de Aranjuez.

Una funcionaria de Instituciones Penitenciarias que trabaja en el módulo de jardín de infancia de la prisión Madrid VI de Aranjuez ha dado positivo en las pruebas por coronavirus, primer caso conocido en una cárcel española.

Se trata de una técnico de jardín de infancia que desempeña su labor en el módulo de madres de la prisión, donde conviven reclusas y sus hijos de hasta 3 años, según han confirmado fuentes de Instituciones Penitenciarias y sindicales.

Esta funcionaria de prisiones comenzó a encontrarse mal el jueves y se hizo la prueba. Tras el primer positivo, se encuentra aislada en un centro hospitalario de la Comunidad de Madrid.

La dirección de la prisión comunicó únicamente a los compañeros de trabajo que estaban en ese momento junto a esta persona lo sucedido, una información que no se ha trasladado a los responsables sindicales de la prisión, han denunciado desde el sindicato CSIF.

Debido a este caso, la prisión ha puesto en marcha las medidas establecidas por el Ministerio de Sanidad y tanto las internas como los niños y funcionarios que han tenido relación con este primer caso permanecen en observación.

Hasta el momento, todos ellos están asintomáticos y bajo control médico y se han establecido únicamente las entradas y salidas imprescindibles y necesarias. En el caso de que presentaran síntomas, se pondrían a disposición de la autoridad sanitaria competente.

Fuentes sindicales relacionadas con la prisión han indicado que el módulo de madres ha sido clausurado y no se permite la salida ni de los menores ni de sus progenitoras.

Desde CSIF han reclamado el establecimiento de un protocolo específico ante el Covid-19 para las prisiones españolas ante la "gran preocupación" que existe por las particularidades de este tipo de centros.

Así, alertan que los centros penitenciarios pueden ser un "caldo de cultivo" en la transmisión del virus, al ser un medio cerrado, de fácil propagación, y ante la permeabilidad del sistema penitenciario por ingresos de internos que pueden estar infectados o procedentes de esas áreas afectadas.

Recuerdan igualmente que en las cárceles se encuentran recluidas personas que se pueden encuadrar en los grupos de riesgo ante este virus debido a su delicado estado de salud.

Por ello, consideran necesaria la convocatoria urgente de la Comisión de Prevención de Riesgos Laborales de la Mesa Delegada de Instituciones Penitenciarias para la implantación de un protocolo específico de actuación en el medio penitenciario.

Según denuncian, hasta el momento las únicas medidas establecidas paras las prisiones son medidas preventivas generalistas como el lavado de manos, recomendaciones a la hora de toser, el uso de mascarillas en casos sospechosos, el empleo de un equipo especial de protección personal ante casos sospechosos o acudir al sistema de atención sanitaria en caso de síntomas.

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