"Con voluntad de diálogo", así afrontan el Gobierno español y el catalán el primer encuentro de la ‘mesa de diálogo’ previsto para esta tarde, y que reunirá en la Moncloa a ambas delegaciones encabezadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra. Tanto la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, como la portavoz del Govern, Meritxell Budó, coincidieron en asegurar que "lo importante es sentarse", aunque admitieron que las posiciones están muy alejadas, "en las antípodas".

Además, Budó anunció que será Torra quien comparezca tras la primera reunión de la ‘mesa de diálogo’ y que la delegación catalana la afronta con "unidad de acción".

Budó confirmó que el Consell Executiu aprobó este martes la composición de la delegación catalana formada por el presidente Torra, el vicepresidente Pere Aragonès; los consellers Alfred Bosch y Jordi Puigneró; los diputados Elsa Artadi, Marta Vilalta y Josep Maria Jové, y el exjefe de gabinete de Carles Puigdemont y de Quim Torra, Josep Rius. Esta parte catalana, dijo Budó, "va a negociar desde la unidad de acción [...] No vamos a hacer dos negociaciones en paralelo". Y aunque aseguró que no hay un orden del día, la parte catalana planteará su receta para resolver el conflicto catalán, que pasa por el ejercicio del "derecho de autodeterminación", amnistía para los encausados por el procés y "fin de la represión". Detalló también que pretenden debatir sobre la incorporación de la figura del "mediador" y de los "presos políticos y exiliados".

Aunque la portavoz del Govern puso en duda que esta primera reunión vaya a generar algún acuerdo, se mostró confiada en que si hay "voluntad de diálogo", se podrá establecer un calendario que sirva para encauzar el "conflicto político".

Por su parte, el Gobierno contará con Pedro Sánchez, Carmen Calvo, Carolina Darias, Salvador Illa, Manuel Castells, María Jesús Montero y José Luis Ábalos. La vicepresidenta Carmen Calvo resumió así el ánimo previo a la reunión: "Por nosotros, el mejor orden del día es sentarnos, escucharnos". Aunque también reconoció que se parte de posiciones "antagónicas" porque el Gobierno está en la "antítesis" de las posiciones independentistas. "Solo se puede avanzar empezando", afirmó Calvo.

También se pronunció el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que insistió en que el solo hecho de que se comience a hablar "en la ‘mesa’ y no de la ‘mesa’" ya es "una buena noticia". Añadió que "lo importante es que esa ‘mesa’ exista y se aísle del entorno, algo que será complicado porque tiene "muchísimos enemigos".

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, acusó al Gobierno de "blanquear" la "hoja de ruptura" de los independentistas. A parecer de Casado, se trata de una "negociación extraparlamentaria e inconstitucional" y cargó contra Sánchez por no poner la autodeterminación como "línea roja".