JxCat y ERC chocan por la estrategia de la desobediencia en el 'procés'

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, conversa con su vicepresidente, Pere Aragonés; el presidente del Parlament, Roger Torrent; y el presidente de la comisión del 155, Antoni Morral.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, conversa con su vicepresidente, Pere Aragonés; el presidente del Parlament, Roger Torrent; y el presidente de la comisión del 155, Antoni Morral.
EFE
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, conversa con su vicepresidente, Pere Aragonés; el presidente del Parlament, Roger Torrent; y el presidente de la comisión del 155, Antoni Morral.

Tras romperse esta semana la unidad del Govern a raíz de la retirada del acta de diputado del presidente de la Generalitat, Quim Torra, JxCat y ERC han confrontado este viernes sus visiones contrapuestas sobre la desobediencia en el procés.

En línea del giro pragmático dentro del independentismo operado por ERC en los últimos dos años, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha resumido el distanciamiento de los republicanos con respecto a la vía unilateral hacia la independencia.

Torrent, blanco de las críticas de JxCat por haber dejado en suspenso el voto de Torra en el Parlament tras la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirarle la condición de diputado, ha rechazado dar "saltos al vacío", porque considera que "no hay una mayoría en el independentismo preparada para una estrategia de desobediencia".

En declaraciones a RAC 1, Torrent ha advertido de que la desobediencia "puede ser un mecanismo necesario" en determinados momentos, pero "no es la solución a todo" y "debe responder a una estrategia y una utilidad".

Torrent ha señalado que "la desobediencia no es buena o mala por sí sola, y tiene que ser colectiva para tener sentido".

"ERC tiene una estrategia muy clara -ha precisado- que pasa por trabajar para ampliar las mayorías, intentar sentar en una mesa de negociación al Estado condicionando la gobernabilidad y llevar a cabo una acción internacional de apoyo."

Torrent ha reconocido que, en la pugna entre "el independentismo mágico y el pragmático", él se sitúa en este último y ha criticado que en el primero "se abuse de la retórica y del simbolismo estéril" porque "genera expectativas que no se corresponden con la realidad".

Sus palabras llegaban después de saberse que la Fiscalía Superior de Cataluña lo investiga en unas diligencias que abrió en noviembre por desobediencia al Tribunal Constitucional, tras permitir que se votara en el pleno una moción sobre la autodeterminación. 

Frente a los argumentos de Torrent -que por cierto ha dicho que no se plantea ser el próximo candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, en sustitución de Oriol Junqueras, y se ha mostrado dispuesto a apoyar a Pere Aragonès-, varias voces de JxCat han insistido este viernes en criticar su actuación.

Uno de los más directos ha sido el conseller Jordi Puigneró, que ha acusado al presidente del Parlament de falta de "valentía" frente al Estado en tres momentos de la legislatura.

Puigneró ha señalado que uno de estos momentos ha sido esta semana, cuando Torrent asumió la pérdida de la condición de diputado de Torra, ordenada por la JEC.

Los otros dos momentos fueron, a su juicio, la suspensión del pleno del 30 de enero de 2018, en el que JxCat esperaba investir a distancia a Carles Puigdemont, y el choque entre independentistas por la decisión del Tribunal Supremo -previa al juicio del procés- de dejar a los procesados sin sus "derechos" como diputados.

Por su parte, la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, ha afirmado que ERC, ofreciéndose a facilitar con su abstención la investidura del socialista Pedro Sánchez, decidió "pagar por anticipado" al presidente del Gobierno "a cambio de nada".

Mientras tanto, en las filas de la oposición, empiezan los movimientos con vistas a las elecciones anunciadas por Torra para los próximos meses, tras la aprobación de los presupuestos.

La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimadas, propondrá a la dirección de su partido que en Galicia, País Vasco y Cataluña busque alianzas con las formaciones constitucionalistas, de las que ha excluido a Vox.

El líder del PSC, Miquel Iceta, ya ha rechazado con rotundidad una coalición con el PP y Cs y se ha postulado como el único candidato que puede ganar al independentismo en las próximas elecciones.

En cambio, para el presidente de Societat Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa, "sería bueno" que las fuerzas no independentistas no presentasen ocho marcas a las elecciones en Cataluña, aunque "respeta profundamente" la autonomía de los partidos.

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