El instituto armado ha explicado, este jueves, que los hechos se produjeron hace un mes y que el agente es vecino de la familia que se vio afectada por las llamas.

El agente se asomó al patio de luces al ver el resplandor y observó que las llamaradas que provenían de la vivienda superior a la suya, así como también la caída de cenizas y restos de madera incandescentes.

Así, subió a la vivienda afectada y llamó en repetidas ocasiones. Al no obtener respuesta y, ante el inminente peligro que se estaba produciendo en su interior, decidió derribar la puerta, y se encontró a cuatro personas -una madre y sus tres hijos menores-, durmiendo en sus dormitorios sin ser conscientes del incendio.

El guardia civil acompañó a los cuatro miembros de la familia al exterior y avisó al resto de vecinos. Se procedió al desalojo del edificio y se alertó al 112 personó varias dotaciones de bomberos.