Sanidad advierte que uno de cada dos juguetes sospechosos son defectuosos

Imagen de una tienda de juguetes.
Imagen de una tienda de juguetes.
LA INFORMACIÓN
Imagen de una tienda de juguetes.

Casi el 50 % de los 700 juguetes que se han remitido este año por considerarse sospechosos al Centro de Investigación y Control de la Calidad, dependiente de la Dirección de Consumo, tienen etiquetado o instrucciones deficientes, el marcado de seguridad europeo incorrecto o fallos de seguridad.

Estas son algunas de las irregularidades detectadas en las pruebas analíticas que se hacen en este centro (CICC), dependiente de la Dirección General de Consumo, al que llegan productos industriales y alimenticios de uso común de los ciudadanos, remitidos por diferentes organismos, como las oficinas municipales de consumo, al haber sido considerados "sospechosos o dudosos".

La ministra de Consumo en funciones, María Luisa Carcedo, ha querido visitar este centro en estas fechas, en las que se multiplican las ventas sobre todo de juguetes, una visita en la que ha estado acompañada por el director general de Consumo, Nelson Castro Gil, quien ha detallado las mayores irregulares detectadas.

La mayor parte de las deficiencias halladas en los juguetes están relacionadas con el marcado de garantía de seguridad y fabricación de la UE que es incorrecto, a la falta de instrucciones en el uso, fallos de seguridad o que el etiquetado que le acompaña dice que es para menores de tres años, cuando en realidad es para mayores, algo que preocupa especialmente en este centro, en el que se analizan con minuciosidad los productos pediátricos, como los chupetes.

Productos pediátricos

Se hacen diferentes pruebas de resistencia y fuerza a los chupetes y tetinas de biberones por si pudiera desprenderse algún material que afectara a los bebés.

En la seguridad de las juguetes también ha incidido la ministra María Luisa Carcedo y Castro Gil, quien ha asegurado que cuando se detecta un producto peligroso, ya sea un juguete o de otra índole, se sube a una red de alerta, que es publica en las web del Ministerio, y es retirado inmediatamente del mercado.

Por ejemplo, si se aprecia que un juguete tiene una pieza que se puede desprender si se cae y que ésta es inferior al tamaño de la traquea de un niño.

Los juguetes se analizan en una de las veinte unidades analíticas del Cicc, que han examinado este año a un total de 3.290 muestras de productos (1.977 industriales y 1.313 alimentos) a petición de las comunidades autónomas y organismos oficiales.

Alimentación

Uno de los alimentos más examinados son las anchoas, algunas de las cuales van acompañadas con el etiquetado que indica que son del Cantábrico, cuando vienen del Pacífico.

El 49,1 % de los productos industriales analizados por la veintena de unidades durante este año ha cumplido con las normas aplicables y el 47,9 % ha presentado algún tipo de incumplimiento.

También, en 2019, el 49,2 % de los productos alimenticios analizados han cumplido con la normativa que les regula mientras que el 39,5 % no lo ha hecho.

En total se han realizado 43.425 análisis en la veintena de unidades del centro, y el mayor número de incumplimientos ha estado relacionado con la información a ofrecer a los consumidores través del etiquetado, lo que supone el 10,1 % de las anomalías.

Los aspectos vinculados a la seguridad han supuesto el 8,4% de los análisis realizados y el 3,6% están vinculados a incumplimientos de los aspectos unidos con factores de calidad.

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