La joven Rocío Flores, de 23 años e hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, era un perfil más o menos desconocido y desde luego nada mediático. Eso cambió el día que aceptó ser la defensora en plató de su padre, cuando éste entró a concursar en la presente edición de Gran Hermano VIP. 

Sus intervenciones al principio tímidas y después educadas pero tajantes, así como sus lazos con otro celebrities como Gloria Camila, han han hecho de ella todo un atractivo para Mediaset. 

Por eso, según publica Lecturas, la joven está ahora ultimando su contrato para convertirse en concursante de Supervivientes, que regresará a Telecinco este próximo febrero, al haberse adelantado por las suspensión de las próximas ediciones de Gran Hermano. 

Según la citada revista, el sueldo semanal de Rocío Flores sería de 30.000 euros, un caché de estrella televisiva, una cifra a la que sólo se han acercado otras personalidades del mundillo televisivo como Kiko Rivera, Carmen Lomana, Mila Ximénez y superado sólo por algunos personajes como Isabel Pantoja.