La ganadora de la primera (o novena, según se mire) edición de Operación Triunfo, Amaia Romero, ya contó, nada más salir de la academia, que estaba yendo a un psicólogo que le ayudase a asimilar lo vivido en el programa (y todo lo que le estaba pasando fuera). La joven, con un "me siento super inestable", visibilizó la otra cara del concurso musical de La 1 y sentó un precedente que, pocos meses después, ha seguido su compañera de programa, que no de edición, Alba Reche.

La ilicitana, que estuvo a punto de ganar OT 2018 –aunque su compañero Famous le arrebató el título–, ha querido hacer balance de todo lo vivido, ahora que están a punto de ceder el testigo a la nueva generación de triunfitos (los castings están llegando a su fin). Así, durante una entrevista con Lecturas, ha querido contar que ella también ha necesitado ayuda durante algunos meses. "¡Cómo no vas a ir al psicólogo, si ya la vida normal está llena de problemas! Imagínate después de haber vivido encerrada y desconectada del universo tres meses y, además, sobreexpuesta", ha explicado.

Del anonimato a la fama

También ha querido hablar de lo duro que le ha parecido asumir que ya no era una persona desconocida. "Vienes de una situación que está fuera de los límites de la sociedad y de cualquier ámbito que hayas podido vivir nunca", ha contado, haciendo referencia a su salida de la academia. De este modo, Alba Reche ha intentado expresar el cambio que supuso ser una joven común, después estar aislada y, al salir, ser alguien a quien todos conocen.

Claro que, como todo, su salto a la fama también tiene una parte (muy) positiva. Alba Reche ya ha sacado a la venta su primer disco, Quimera, y está a punto de arrancar una gira de conciertos que la llevará por toda España (y en compañía de su hermana, que le ayuda con los coros).