Las claves del 'cóctel de descontento' que ha propiciado en Argentina la vuelta del peronismo... y de Cristina Fernández

  • Los expertos dicen  a 20minutos que la unidad del peronismo y la crisis favorecieron el triunfo de Alberto  Fernández.
  • La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner será la número dos... y todo parece indicar que reclamará su espacio. 
  • OPINIÓNArgentina: vuelve el peronismo, por Diego Carcedo.
Alberto Fernández gana las elecciones en Argentina.
Alberto Fernández gana las elecciones en Argentina.
EFE
Alberto Fernández gana las elecciones en Argentina.

Aseguraron que regresarían y lo han hecho. Los peronistas argentinos llevan meses anunciando su retorno al poder al grito de "Vamos a volver" y el profético eslogan se materializó finalmente este domingo con la victoria de su candidato, Alberto Fernández, sobre el anterior presidente y aspirante a la reelección, Mauricio Macri, en las elecciones presidenciales.

La grave crisis económica que azota el país desde hace años, la recuperada unidad del peronismo y la figura de Alberto Fernández como candidato, en lugar de la polémica e investigada por la Justicia Cristina Fernández de Kirchner, han sido los aspectos clave que han permitido que el partido se haya impuesto con un 48,10% de los votos en los comicios.

El Gobierno encabezado por Macri ha visto cómo su nefasta gestión de la corrupción y de la profunda crisis que atraviesa Argentina le ha costado la reedición de su mandato durante cuatro años más. El hasta ahora presidente no ha logrado liberar a la nación de los problemas económicos que la asedian y deberá pasar el testigo a Fernández, nuevo inquilino de la Casa Rosada. 

"El fracaso en cuanto a la gestión es lo que ha provocado que la población, que ha visto cómo se han ido deteriorando su nivel de vida y sus expectativas, finalmente le haya dado la espalda a Macri", explica a 20minutos el profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares e investigador asociado del Real Instituto Elcano (RIE) Rogelio Núñez

No obstante, no todo es demérito del Ejecutivo saliente y producto de la coyuntura nacional y el voto de castigo. El peronismo ha sabido aprovechar la oportunidad que la situación le brindaba, al concurrir unido a los comicios y con Fernández como aspirante. El paso atrás de Fernández de Kirchner, que será vicepresidenta en el nuevo Gobierno, ha sido uno de los grandes aciertos que les han permitido alzarse con el triunfo electoral.

Argentina, un país duramente castigado por la inflación

La crisis que Argentina padece desde hace casi una década ha convertido el país en el segundo con la inflación más elevada de la región, solo por detrás de Venezuela, una circunstancia agravada por el elevado déficit fiscal y el endeudamiento externo. 

"El país no crece a tasas elevadas desde 2010 y ha tenido varios años de decrecimiento", señala Núñez, que apunta que esta ralentización tiene unas severas consecuencias sociales, como la "falta de expectativa, de oportunidades para sectores populares, sueldos muy bajos y encarecimiento", en un estado muy dolarizado como el argentino.

Todo ello redunda en un "cóctel de descontento" que en Argentina se ha vehiculizado a través de las urnas, por lo que el país ha logrado hasta el momento "eludir el estallido social" que sí ha golpeado a otras naciones como Ecuador o Chile.

¿Un nuevo corralito?

Tan solo unas horas después de confirmarse la victoria de Fernández, se hizo público que el Banco Central Argentino endurecerá las restricciones cambiarias que comenzó a aplicar el  pasado septiembre e impondrá un nuevo límite a la compra mensual de dólares, que será de 200 para las transacciones bancarias y de 100 en efectivo.

"Ya hay un corralito", asegura a 20minutos  el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea Guillermo Rocafort, que advierte que "con la devaluación están perdiendo todos" y que critica que esta medida del BCA solo redundará en un mayor empobrecimiento de la población

Poco margen de acción y tiempo

La ola de violencia desatada en países vecinos, como Chile o Ecuador, motivada por el descontento de la ciudadanía con la gestión de sus Gobiernos y la frustración social, pende como una espada de Damocles sobre Argentina. 

"El futuro Gobierno tiene una bala de plata que no puede fallar. Errar ese tiro pondría a Argentina en la senda de lo que ha ocurrido en otras partes, porque el caldo de cultivo está", recalca Núñez, que considera que el Ejecutivo "no tiene demasiado margen de acción y alternativas, ni demasiado tiempo"

En este sentido, Fernández probablemente "tratará de mostrar resultados pronto y rápido" -a pesar de las dificultades que eso conlleva- e intentará "ganar tiempo" mediante la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el investigador del (RIE). Asimismo, buscará acuerdos con sindicatos y empresarios para contener el aumento del coste de la vida y "detener la sangría", mientras proyecta reformas más profundas.

Por su parte, Rocafort defiende una gestión conjunta de la deuda entre los países latinoamericanos en la misma situación, lo que les permitiría ejercercer mayor presión, aunque muestra su escepticismo ante la posibilidad de que esto llegue a ocurrir, debido la idiosincrasia de la política argentina.

"A partir de ahora parecería que se avecina un cambio de 180 grados en política económica (esto es lo que reclama el voto popular), pero tampoco está claro que se puedan llevar a cabo porque las Cámaras de Diputados y Senadores quedaron muy divididas y esto hará difícil gobernar", detalla a 20minutos Amalia Faná, profesora de la Universidad Francisco de Vitoria en el Departamento de Humanidades - Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales.

Alberto Fernández, ¿un pelele de Cristina Fernández de Kirchner?

Otra de las grandes incertidumbres tras las elecciones, más allá de las medidas concretas que llevará a cabo el recién elegido presidente, es el papel que jugará Fernández de Kirchner. Hasta el momento, se ha mantenido en un segundo plano para permitir aglutinar el voto en una figura de consenso, de amplia trayectoria y pragmática.

Sin embargo, todo parece indicar que la expresidenta argentina reclamará su propio espacio, después de conceder un tiempo prudencial a Fernández, recalca Núñez. "Con el tiempo, el tema de gobernar provoca roces, discrepancias, es difícil saber cuáles serán los equilibrios", reflexiona, al tiempo que asegura que buscará más protagonismo.

"Para quienes piensan que puede ser una marioneta, el presidente de un país latinoamericano acumula mucho poder", matiza el investigador, que rechaza que el sucesor de Macri vaya a ser un pelele de Fernández de Kirchner, que al menos ha conseguido blindarse ante a la Justicia frente a las causas que tiene abiertas.

Incertidumbre sobre la política exterior

El triunfo del peronismo en Argentina abre el interrogante de cómo transitará su política exterior, en especial respecto a Estados Unidos, Venezuela y el acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea, lo que incluye también a Brasil

Aunque a priori Fernández nunca ha abogado por sacar a Argentina del pacto del Mercosur-que para entrar en vigor deberá ser aprobado por los parlamentos de los países de ambos bloques-, el peronista sí ha lanzado fuertes reproches a su contenido y cabe esperar que solicite una revisión de los términos. 

En cuanto a Brasil, todo apunta a que la relación entre el peronismo y Bolsonaro serán "frías", según Núñez. Una sospecha que ha comenzado a confirmarse con la solicitud de libertad para el expresidente Lula da Silva por parte de Fernández de Kirchner este domingo. 

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