La Policía Nacional ha desplazado en las últimas horas a Barcelona una tanqueta de agua para utilizarla si es necesario en la dispersión de manifestaciones violentas, según han informado fuentes policiales.

La furgoneta, de última generación, y bautizada como 'El Botijo', se ha estacionado de momento en las instalaciones de un equipamiento de la Policía Nacional en Barcelona y se sacará a la calle para utilizarla si lo requiere la situación en las calles.

La tanqueta, adquirida en 2014 por 348.480 euros y a finales de ese año se incorporó a la dotación de la UIP, se utiliza como herramienta para la dispersión de movilizaciones que hayan desembocado en incidentes porque arroja chorros de agua a gran potencia contra los manifestantes. En concreto, puede almacenar hasta 7.000 litros.

Pese a que la Policía ha desplazado en varias ocasiones esta tanqueta, jamás se ha utilizado. Además del cañón de agua, este gran vehículo cuenta con ruedas antipinchazos y un 'bulldozer' en la parte frontal para que los agentes puedan abrirse paso entre las barricadas.

También los Mossos d'Esquadra desplazaron este miércoles una tanqueta de agua a la concentración que los Comités de Defensa de la República (CDR) convocaron en la calle Marina y que acabó derivando en graves disturbios, con lanzamiento de cócteles molotov y numerosas barricadas, aunque no llegaron a utilizarla. Con un mecanismo similar al 'Botijo', el vehículo de los Mossos es más antiguo -su compra tuvo lugar en 1994- y tampoco ha llegado a utilizarse.

Ante la previsión de que los incidentes vayan en aumento en los próximos días, especialmente a partir de la huelga general convocada para este viernes, la Policía Nacional ha reforzado a la dotación de antidisturbios destinada a Cataluña. Concretamente, la Dirección General de Policía ha enviado a otros tres grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), lo que supone unos 150 agentes.

Esos efectivos se sumarán a los cerca de 2.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil enviados a Cataluña en las últimas semanas para apoyar a los Mossos d'Esquadra en la gestión de los incidentes de las movilizaciones independentistas, con motivo de las protestas por la sentencia del "procés".