Descubren una nueva especie de insecto dentro de un ámbar de 105 millones de años en Teruel

El Aragomantispa lacerata en el fragmento de ámbar.
El  Aragomantispa lacerata en el fragmento de ámbar.
RICARDO PÉREZ DE LA FUENTE
El Aragomantispa lacerata en el fragmento de ámbar.

Un grupo de científicos del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford y el Museo Geominero de España han hallado una nueva especie de insecto de 105 millones de años. Lo han denominado Aragomantispa lacerata y es similar a una mantis.

El hallazgo se produjo en el yacimiento de ámbar de San Just (Teruel) y supone un gran descubrimiento para entender la evolución de las patas raptoras, tal y como informa el medio científico Sinc.

El ámbar de la provincia aragonesa está siendo toda una mina de oro en cuanto a conocimientos del Cretácico se refiere. El último descubrimiento publicado en la revista Scientific Reports, un insecto manstípido fósil, dentro de un fragmento de ámbar es "clave para entender cómo las patas raptoras evolucionaron en este fascinante grupo de insectos depredadores altamente especializados en la caza", explicó el paleobiólogo del Museo Geominero, Enrique Peñalver.

"En el Cretácico Inferior, las espinas de las patas raptoras de los manstíspidos, al menos las de Aragomantispa, carecían de los complejos órganos sensoriales de los manstíspidos actuales, formados por minúsculos conos en la punta de las espinas", añade Ricardo Pérez de la Fuente, otro experto u coautor del hallazgo.

Reconstrucción de 'Aragomantispa lacerata'

Aunque a simple vista a muchos les podría parecer una mantis religiosa, este nuevo insecto pertenece a un grupo diferente. Los mantíspidos son depredadores y tienen patas delanteras con espinas que usan para cazar otros insectos, por eso se les conoce como raptores. Por lo tanto, no están emparentados con las mantis religiosas, sino con las crisopas o las hormigas león.

"Es la primera vez que un manstíspido fósil se halla en la península ibérica, con lo que el descubrimiento también revela cómo los manstíspidos han habitado esta región del planeta durante, al menos, más de 100 millones de años, siendo desde entonces el letal azote de sus presas", destacó Pérez de la Fuente.

El nombre escogido para este nuevo insecto, Aragomantispa lacerata, ha sido en honor a Aragón, comunidad donde se ha descubierto. Además, representa el manstíspido más antiguo descrito en ámbar, con unos 105 millones de años.

"Este nuevo organismo se une a la colección de formas de vida extintas que nos muestra el ámbar turolense y sin duda participa de forma destacada en nuestra visión de la ecología de los bosques del Cretácico, por ser un gran depredador en el pequeño mundo de los insectos", concluyó Peñalver.

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