Tres meses después de las elecciones autonómicas, La Rioja, la única comunidad que seguía sin gobierno, nombró presidenta a la socialista Concha Andreu el pasado miércoles con el apoyo de la única diputada de Izquierda Unida, que apoyará el Ejecutivo desde fuera, y de la única de Podemos, que ostentará una consejería.

En estos tres meses, las negociaciones han sido cuando menos complejas y han supuesto la ruptura de la coalición Unidas Podemos y una crisis en la formación morada por las negociaciones que no han acabado, sino que se ha agravado tras la entrada del partido en el equipo de gobierno.

Solo un día antes de que Concha Andreu tomara posesión como presidenta y anunciara su equipo, Nazaret Martín, la persona que iba a ocupar la Consejería de Participación, Derechos Humanos y Cooperación, renunció a su puesto argumentando su deseo de conciliar la vida profesional, familiar y personal. Martín es, además, pareja del secretario general del partido en La Rioja, Nacho Martín. No obstante, medios locales añaden a esta dimisión otro motivo: sus antecedentes por conducir sin seguro y las diligencias abiertas por un hurto en un local comercial, que podría complicar su estabilidad en el cargo.

Descartada Martín para el puesto, la Gestora de Podemos en la Comunidad celebró una reunión extraordinaria poco antes de la toma de posesión de Andreu donde propuso a Amalia Revuelta como consejera. Funcionaria en la actualidad de la Consejería de Hacienda del Gobierno regional, su puesto debía ser ratificado por la nueva presidenta.

Pero no fue ratificado por Andreu, que anunció la incorporación de la única diputada de Podemos, Raquel Romero, como consejera para dar "estabilidad" a su gobierno. Entre otros motivos, la presidenta argumentaba su elección por ser ella la que había trabajado en las negociaciones previas con los socialistas.

El paso adelante de Romero ha caído como un cubo de agua fría en el partido morado, donde recalcan la incompatibilidad de cargos por ser diputada y consejera autonómica. Incluso, una parte de Podemos amenaza con romper relaciones con el PSOE a nivel regional y en ayuntamientos como en Haro o Logroño por no respetar la propuesta oficial del partido y tener en cuenta solamente a Romero, que no contaba con el aval del Equipo Técnico.

A nivel interno, la formación morada ha explicado que la acumulación de cargos de su diputada es incompatible con los estatutos y que exigirán que entregue su acta o, de lo contrario, será expulsada.

Romero defiende que tomó la decisión para "reconducir la situación" tras la dimisión de Martín y con el objetivo de que la investidura se realizara "con la mayor normalidad". No obstante, asegura que aceptó el cargo de manera temporal, hasta que se forme "una asamblea ciudadana amplia" que determine quién ocupará finalmente la consejería de Podemos, por lo que su intención es mantenerse en el escaño.

La ejecutiva nacional del partido decidió en abril suspender a su candidato en La Rioja, Raúl Asenjo, y los 13 primeros miembros de la lista por tener indicios de un posible fraude en el proceso de primarias. Romero fue designada por la dirección y los candidatos en el proceso de primarias que ocuparon los puestos inmediatamente siguientes a los sancionados fueron encargados de dirigir la gestora, que en julio volvió a modificarse tras la dimisión de la mitad de sus integrantes por sus discrepancias en las negociaciones con el PSOE para formar gobierno.