De un tiempo a esta parte, la alopecia seguía siendo un tabú. No solo la femenina, como bien está combatiendo la modelo Christie Valdiserri, sino para cualquier género. Máxime cuando se trata de estar totalmente expuesto.

Pero las tornas están cambiando. Y mientras que aún algunos deportistas como Rafa Nadal, Cholo Simeone o Iker Casillas o periodistas como Hilario Pino se han gastado bastante dinero en implantes capilares, así como actrices como Keira Knightley o Kate Bosworth han optado por dejar de "maltratar" su pelo para cada papel, lo cierto es que cada vez más está siendo aceptado por la industria.

Ya no es solo una cuestión de actores puramente de acción, como pueden ser Dwayne The Rock Johnson, Vin Diesel o Bruce Willis (aunque a este último le costara aceptarlo y, en los primeros síntomas de su alopecia, apareciera con peluquín en varias cintas), sino que la mayoría de las celebs están perdiendo el reparo a mostrarse como son o hablar de ello.

Es cierto que, en este tema, los hombres siguen siendo más reticentes a aceptarlo y poder comentarlo (como si de algún mito de Sansón se tratara), mientras que las mujeres están perdiendo el miedo a poder declararse abiertamente sobre la pérdida de cabello.

Jude Law, por ejemplo, nunca ha negado que padece este trastorno capilar, sobre todo en la parte frontal (lo que comúnmente conocemos como entradas), pero, más que combatirla, decidió darle un nuevo toque a su look (siempre tan british) y conjuntar continuamente sombreros y gorros de todos los estilos.

John Travolta, en otro caso, sí que se pasó bastante tiempo entre implantes y peluquines hasta que finalmente ha aceptado la realidad natural y se muestra totalmente calvo tanto en eventos a los que acude como en su propio Instagram.

De los pocos que sí ha querido aportar su grano de arena ha sido Matt Lucas, quien se quedó calvo muy joven. El actor de Doctor Who o La boda de mi mejor amiga le comentó a The Mirror que tiene las mismas inseguridades que cualquier otra persona tiene sobre su apariencia", añadiendo luego "bueno, probablemente más".

"Perdí todo el pelo cuando tenía seis años, así que el hecho de que me viera diferente se me hizo evidente desde una edad muy temprana. La gente siempre me hacía comentarios, así que creo que mi forma de tratarlo a través de los años fue disfrazarme. Lo sentí como algo seguro que tenía que hacer", desveló.

Sin embargo, son ellas las que están hablando abiertamente del tema, como Tyra Banks. La supermodelo admitió en una entrevista con el Wall Street Journal que escribir su novela se había cobrado un precio.

"Sieno sincera, para mí, comer era escalofriante", aseguró. "No podía relajarme. Y si echo la vista atrás, eso no era saludable. ¿Cómo puedo decir esto sin llorar? Tuve alopecia debido al estrés".

Sin duda, Viola Davis, una de las mejores actrices del mundo (ha conseguido el EGOT, es decir, es ganadora del Oscar, del Globo de Oro, del Tony y del Emmy) y una de las voces más reivindicativas de Hollywood no ha dudado en decir cómo lo ha vivido siendo, además, afroamericana.

"Me desperté un día y parecía que tenía un peinado mohicano. Una gran mancha de calvicie en la parte superior de mi cabeza", contó a la revista Vulture. "Pensé, '¿qué es esto?'. Hasta que descubrí que estaba relacionado con el estrés. Así es como lo internalicé. Yo, que he pasado gran parte de mi vida sin sentirme cómoda con mi pien. Pero simplemente, ya no me preocupa".

También Selma Blair no ha tenido reparos en comentar la péridad de cabellos en una situación muy común: el embarazo. De hecho, la actriz de Crueles intenciones se quejaba en la revista People de que no haya más mujeres que hablen de ello.

"Esto no es muy glamoroso, pero es cierto: necesito tomar duchas más largas para poder recoger el cabello que se me cae y tirarlo para no obstruir el las tuberías", dijo acerca la pérdida de cabello que vivió cuando esperaba a su hijo Arthur. "¿Por qué las actrices nunca hablan de esto?", propuso.

Por último, Jada Pinkett-Smith reveló que se quedaría calva por culpa de la alopecia, motivo por el que siempre usaba turbante. Aseguró que cuando vio los primeros pelos caerse, se quedó "temblando de miedo".

La intérprete temía que vivir con alopecia fuera algo "humillante", pero ahora luce pelo corto y piensa mantenerlo así. "Voy a inspirarme en la fuerza de voluntad que tienen otras personas que están pasando por cosas de verdad horribles, como el cáncer o tener un hijo enfermo. Veo lo valientes que son cada día y lo cierto es que me siento más arropada cuando los tomo como ejemplo", refrendó su posición.