De Cara Delevigne a Eva González o Alaska y Mario Vaquerizo... Las Vegas, donde las 'celebrities' se casan

  • La capillita del amor ha sido testigo de muchos enlaces.
  • Spoiler: unas salieron muy bien paradas... otras, no tanto.
Alaska y Mario
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MTV
Alaska y Mario

Ay, Las Vegas: un paraíso del juego y el vicio en medio de la nada más absoluta. Pero qué momentos nos ha dejado, desde el casamiento exprés de Rachel y Ross en Friends hasta mil enlaces cinematográficos más.

Pero la realidad siempre supera la ficción y aquí vamos a repasar algunas de esas parejas que en mitad de Nevada se dieron el "sí, quiero" más eterno... si el efecto del alcohol no desaparecía antes en algunos de los casos, claro.

Las últimas en pasar por el altar de Las Vegas han sido las actrices y modelos Cara Delevigne y Ashley Benson, que se personaron delante de un imitador de Elvis para contraer matrimonio y luego posar encima de un Cadillac rosa, según el dueño de la capilla , "muy seguras de lo que estaban haciendo" y de lo que "significan la una para la otra".

Y no han sido las únicas de este 2019, porque entre sus invitados estaban Sophie Turner y Joe Jonas, que antes de (re)casarse en Francia con una ceremonia magna y cuidada al detalle, tuvieron a bien regirse bajo las leyes del condado de Clark y darse los votos en la mundialmente famosa Capillita del amor de la White Chapel de la Capital del Juego. Por cierto, también se subieron al Cadillac Rosa.

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Lo que pasa en Las Vegas...

Toda su cara tiene su cruz. Y este 2019 le ha tocado a, citando a Amaral, "Como Nicolas Cage en Leaving Las Vegas". Porque el veterano actor iba pelín afectado cuando decidió en marzo de este año casarse... para divorciarse al cuarto día.

Resulta que a sus 55 años, el histriónico intérprete acudió a una capilla gritando "¡Esta quiere quedarse con todo mi dinero!" o "¡Su ex es un yonqui!", refiriéndose a la maquilladora Erika Koike. Como iba ebrio, los metieron en una sala privada y al rato salieron con sus papeles de marido y mujer.

Papeles que cuatro días después llevaba el propio Cage encima para pedir la anulación bajo el pretexto de que Koike "no fue clara en la verdadera naturaleza de su relación" y en que Cage "reaccionó impulsivamente, sin ser capaz de reconocer plenamente las implicaciones de sus actos" (vaya, vaya, con los eufemismos de cogorza).

No han sido los únicos famosos dados a este tipo de equivocaciones. En 2002, Britney Spears se casaba con Jason Allen Alexander, su amigo de la infancia, en un acto tan poco meditado que la unión duró únicamente 55 horas. Una mala resaca se podría pensar.

Dos semanas, en cambio, fue lo que duraron (¿en qué momento estuvieron juntos?) Carmen Electra y Dennis Rodman. En 1998, la actriz y el excéntrico jugador de baloncesto estuvieron casados 14 días después de pasar por Las Vegas.

En septiembre de 2007, Pamela Anderson sorprendía al mundo anunciando que tenía nuevo marido a la vista: en octubre ya estaba casada con el productor y jugador de póquer Rick Solomon en el hotel Mirage. En diciembre estaban pidiendo el divorcio y en febrero de 2008 se hizo oficial. The End.

Si tú fueras para toda la vida

Y aunque muy probablemente la impulsividad y el alcohol tuvieron algo que ver en estos matrimonios, lo cierto es que Las Vegas también ha acogido bodas que han durado un tiempo notable y (de verdad que existen) algunas para toda la vida.

Como Paul Newman y Jeanne  Woodward, que estuvieron juntos cincuenta años (hasta la muerte del mítico actor) o Jon Bon Jovi, que es otra rara avis, porque el rockero y su amor de la infancia, Dorothea Hurley, como dos tortolitos, se fueron en 1989 a la Capilla Garceland y allí que fueron declarados marido y mujer. Cuatro hijos y 28 años después, siguen juntos y enamoradísimos.

No todas duran tanto, pero sí que son considerados ejemplos de parejas que fueron estables, como Demi Moore y Bruce Willis, que se casaron en la White Chapel en noviembre de 1987 y aguantaron, tras tres hijas en común, hasta su separación en 1998, once años de matrimonio después, aunque no se hizo oficial el divorcio hasta el año 2000. Eso sí, siguen teniendo una maravillosa relación.

Otro ilustre que pasó por Nevada fue Michael Jordan en 1989 para casarse con Juanita Vanoy. Una larga y sólida relación que les hizo felices 17 años, cuando comenzaron los trámites para un espectacular divorcio multimillonario.

Hay parejas que ni tanto... ni tan poco. Frank Sintara y Mia Farrow, en 1966 (él tenía 48, ella 19), se casaron en el The Sands Hotel de la gran ciudad del condado de Clark. Dos años después, él le mandaba los papeles del divorcio al rodaje de La semilla del diablo.

Muchos años después, 1991, Richard Gere se casaba con la modelo Cindy Crawford en la Ciudad del Juego. Aunque, contra todo pronóstico, duraron cuatro años juntos, un año más, de hecho, que el oficialmente roto en 2003: aquel que llevaron a cabo Angelina Jolie y Billy Bob Thornton en el 2000 y que tuvo lugar, cómo no, en laWhite Chapel.

Y no podemos pasar la oportunidad de recordar que a veces el problema es, precisamente, Las Vegas. Porque en 1976, recién cumplida la mayoría de edad, Melanie Griffith y Don Johnson, que se conocieron cuando ella tenía 14 y él 22, se casaron en Nevada y se divorciaron seis meses después. Pero en segundas nupcias, 1989, tuvieron a Dakota Johnson y estuvieron juntos hasta 1995 (luego llegaría Antonio Banderas a su vida y el resto es de sobra conocido).

¡Que viva... Las Vegas!

Y hablando de Banderas: ¿qué españoles han pasado por el altar de una capilla nortemaericana en medio de un desierto? Pues nada más y nada menos que Eugenia Martínez de Irujo.

Porque la hija de la Duquesa de Alba y su actual pareja, Narcís Rebollo, presidente de Universal Music España, se dieron sus votos vestidos como Marilyn Monroe y Elvis Presley. Y eso que se suponía que habían acudido para ver los Grammy Latinos.

Quienes sí fueron, expresamente, para volver a desearse amor eterno un año después de su boda en nuestro país fueron Eva González y Cayetano Rivera, que se pasaron por Graceland para decirse "sí, quiero" nuevamente.

Pero no eran los primeros, porque en noviembre de 1999, Alaska y Mario Vaquerizo, también enfundados en sus disfraces del cantante y la actriz, tuvieron una boda oficiada por un imitador de Tony Manero (el personaje de John Travolta en Fiebre del sábado noche).

Luego han vuelto a oficiar sus nupcias en España y, de nuevo, en Las Vegas, como parte del reality de MTV en el que ambos eran los protagonistas. Dos décadas juntos, que se dice pronto.

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