Iglesias acusa a Sánchez de querer ir a elecciones y éste le reprocha que sólo quiere ministros

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
EFE/Juan Carlos Hidalgo
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

La negociación para la investidura entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha registrado este martes su peor reunión. Ha sido la quinta de ella el líder morado ha salido acusando al presidente en funciones de querer "llevar al país a elecciones", mientras que la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, ha acusado a Podemos de metir y traicionar la confianza necesaria en una negociación. También, ha reprochado a Iglesias que sólo quiere ministerios y no hablar de "política". "Le preocupa más el Consejo de Ministros que de la política", ha dicho en rueda de prensa al término de un encuentro del que ni siquiera ha salido un plan para que equipos de ambas partes negocien un acuerdo programático.

Por su parte, Unidas Podemos ha reprochado al presidente que "no quiere negociar sino que intenta imponer unilateralmente un gobierno de partido único", algo que a ojos de Iglesias "no es sensato", puesto que no tiene  mayoría absoluta.

El mal resultado de la reunión ya quedaba claro cuando al terminar, una hora y 45 ministos después de empezar, Iglesias hacía una primera valoración en los pasillos del Congreso en la que se ha limitado a apuntar que "más tarde o más temprano rectificarán". Ha sido un encuentro "infructuoso", según el PSOE, del que las partes han salido lanzándose acusaciones, reproches y denunciado "falsedades" del adversario.

Sánchez e Iglesias se han reunido por quinta vez para buscar un acuerdo que desbloquee la investidura y a él han llegado con posiciones muy enfrentadas por la entrada de ministros de la formación morada en el Gobierno que Sánchez rechaza y que para Iglesias es una condición imprescidible.

Con estos antecedentes, no era difícil pronosticar que este martes podría no haber un acuerdo. Sin embargo, la reunión ha sido la peor de las cinco que han mantenido Iglesias y Sánchez y los contactos no tendrán continuidad al menos de momento. Fuentes socialistas no quieren hablar de ruptura, porque las negociaciones no han llegado a empezar pero también porque es una palabra demasiado contundente para después poder volver atrás. Sin embargo, de momento, no hay nada previsto porque, según ha dicho Lastra, Iglesias "se niega a constituir los equipos de negociación" de un acuerdo programático.

"Antepone los nombres para acordar un nuevo Gobiernoante lo que son los contenidos, las políticas, de un futuro Gobierno", ha criticado la portavoz del PSOE. "Si quieren descalificar, a lo mejor es que no tienen tanto ánimo de pacto", ha dicho Lastra, que no quiere "ni pensar" que "Iglesias esté pensando en impedir por segunda vez que España tenga un Gobierno de izquierda".

Falsedades de Podemos

Este no ha sido el único reproche que ha lanzado Lastra a Iglesias tras la reunión con Iglesias. Tambien ha acusado a Unidas Podemos de no respetar los tres principios que, en su opinión, deben regir una negociación de estas características, "lealtad, sinceridad y confianza". Según ha dicho, la formación de Iglesias no los ha cumplido, extendiendo "falsedades" como que en el primer encuentro con Iglesias Sánchez le ofreció dos ministerios, una propuesta que "nunca, repito, nunca se ha producido", ha asegurado. A la inversa, fuentes de Podemos han negado rotundamente que Iglesias haya pedido este martes a Sánchez una vicepresidencia, tal y como ha circulado. "No se ha hablado de eso", han aseverado.

También son una "falsedad", según Lastra, que Sánchez quiera ir a elecciones, tal y como ha asegurado Unidas Podemos, que  ha indicado que Sánchez ha trasladado a Iglesias "que llevará al país a eleccioes si no cuenta con la investidura en julio". De la misma manera, ha insistido en que el deseo del PSOE es llegar a un acuerdo con Podemos, no con PP o Ciudadanos, tal y como este martes han reiterado los de Iglesias al término de la reunión. "No es coherente buscar por igual el apoyo en la izquierda y en la derecha. La gente merece certezas y garantías", han indicado fuentes moradas.

La socialista ha rechazado que Sánchez quiera una repetición electoral porque lo que desea es ser reelegido en julio. Según ha dicho, lo único "seguro" es que hay una investidura el 23 de julio -el día de la primera de las dos votaciones de la sesión que empezará el 22 de julio-. No obstante, ha retomado la advertencia que hizo hace días la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, para advertir de que no hay "segundas opciones" en septiembre, tal y como calcula Podemos.

Propuestas y ministros

A las 12.15 horas, con quince minutos de retraso sobre la hora prevista, Sánchez  e Iglesias se han saludado ante las cámaras en una parte de la zona noble del Congreso, que no pertenece ni a la asignada al Gobierno ni a ninguno de los grupos, PSOE y Unidas Podemos. Un lugar neutral para tener una discusión en la que Sánchez quiere hablar de las medidas que figuran en el documento base que aprobó ayer la ejecutiva socialista, que es una síntesis de su programa electoral y que anoche Iglesias dijo que era "poca cosa".

El presidente del Gobierno ha ido a hablar de propuestas programáticas y ha cerrado la puerta a que haya ministros de Podemos en su próximo Gobierno. Su intención es tener un Gobierno "monocolor" pero se abre a estudiar las "sugererancias" de Iglesias para incorporar a personas independientes. Sí está dispuesto a que representantes morados ocupen puestos en la Administración, pero no ministerios, aunque el presidente no quiere entrar a hablar de cargos hasta ver si avanzan las negociaciones sobre el programa que, después de esta reunión, dirigirá por la parte socialista una delegación de la que forman parte la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, y la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero.

Reunión con Casado

Después de su reunión de la mañana con Iglesias,  Sánchez volverá a reunirse por la tarde con el líder del PP, Pablo Casado, que precisamente esta mañana ya  ha estado en el Congreso, reunido con el presidente de Vox, Santiago Abascal, para intentar salvar las investiduras de los candidatos populares en Murcia y la Comunidad de Madrid.

En relación con la investidura del presidente del Gobierno, Casado volverá  a trasladarle que su voto será 'no', aunque también le recordará su dispoción a llegar con él desde la oposición a pactos de Estado como los que le propuso en agosto del año pasado en su primera reunión en Moncloa.

Sánchez, fuera del constitucionalismo

A quien no verá es al líder de Ciudadanos, a quien también convocó a una reunión como las anteriores con Iglesias y Casado. Sin embargo, Albert Rivera volvió a rechazar un encuentro al considerar que ya le dijo en dos ocasiones que no apoyará ni se abstendrá y que su voto será negativo en la investidura.

Este martes, Rivera ha insistido en que está dispuesto a acudir a más consultas con el Rey pero que "Sánchez no es el Rey" y lo que tiene que hacer es "dejar de marear la perdiz" y llegar a un acuerdo con sus "socios", entre los que incluye a Podemos, los "nacionalistas" del PNV,  "independentistas" de ERC y "batasunos" de Bildu, aunque también ha empleado este término para referirse a Geroa Bai, la coalición con la que el PSOE ha llegado a un acuerdo de investidura en Navarra.

El acuerdo en Navarra se suma a ojos de Rivera a los "acuerdos" de Sánchez con Quim Torra en la Diputación de Barcelona o al pacto con los nacionalismos vascos en el País Vascos y son la prueba de que "es evidente que el sanchcismo ha abandonado el constitucionalismo", algo que, ha dicho, elimina cualquier posibilidad de votar otra cosa que no sea 'no' a su investidura.

También lo hace el último punto de enfrentamiento de Rivera con Sánchez, los incidentes de la manifestación del Orgullo, por los que Ciudadanos va a denunciar este martes presuntos delitos de odio ante la Fiscalía y donde su presidente ve "sectarismo" por parte de Sánchez y de su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. "Por eso no vamos a apoyar a Sánchez y tenemos un proyecto alternativo que no es una nación de naciones ni el sectarismo", ha dicho Rivera, para quien "hoy más que nunca no sólo no hay que apoyar a Sánchez, sino que hay que controlarle".

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