El duelo y el silencio frenan la tensión en Aranjuez

Policías custodian la vivienda de Aranjuez donde se produjo el tiroteo.
Policías custodian la vivienda de Aranjuez donde se produjo el tiroteo.
EFE/David Fernández
Policías custodian la vivienda de Aranjuez donde se produjo el tiroteo.

En el entorno de la calle Victoria Kamhi, en Aranjuez, nadie recuerda haber visto nada, y quien sí lo hizo guarda silencio.

Todo el barrio quiere pasar página y que vuelva la normalidad lo antes posible, desde los vecinos del bloque hasta quien reparte las cartas."Cuanto menos hablemos es mejor. Son personas que luego cogen represalias", afirmaba un vecino que aseguró haber sido testigo del tiroteo que le costó la vida a Lisset y a Montserrat Fernández el pasado domingo.

Este jueves, los allegados y familiares de los Fernández Jimenez, la familia a la que pertenecían las dos víctimas de los disparos de 'Juanín' Heredia, pudieron por fin comenzar su luto.

A eso de las doce menos cuarto de la mañana, una larga caravana de coches desfilaba en procesión hasta las puertas del cementerio municipal de Aranjuez. Pocos minutos más tarde lo haría el cortejo fúnebre con los restos mortales de Montserrat, la menor de las fallecidas.

A diferencia de los estallidos de rabia y amenazas que se vivieron el martes durante el entierro de Lisset –su hermana mayor– y el miércoles en los juzgados, hoy ha reinado la tranquilidad.Un importante dispositivo policial se encargó de prevenir incidentes o enfrentamientos.

Mientras esto sucedía, a unos escasos 20 minutos a pie, en el barrio donde se criaron las familias de Juanín y de las víctimas reinaba el silencio. En los rectangulares bloques de ladrillo visto de tres plantas tan característicos de los barrios populares reinaba una tranquilidad pasmosa.

En el patio interior del edificio un ramo de flores y una silla vacía, custodiados por cuatro agentes de la Policía Nacional que controlaba todos los accesos, eran el único recuerdo visible de lo sucedido. Los soportales permanecían desiertos.

En el barrio impera la ley del silencio, aunque el patriarca de los Fernández Jimenez llamara a la calma frente a las cámaras de Antena 3. "La familia no cometerá ningún acto de venganza contra el detenido y sus familiares. El pueblo madrileño de Aranjuez puede estar tranquilo", apostilló.

Una vecina del barrio, a quien los disparos sorprendieron en su casa y confundió con petardos, aseguró que las fallecidas eran "gente integrada" y recordaba que una de sus hijas había compartido aula con Montserrat en el instituto público de Aranjuez.

El viudo de Lisset, que fue detenido el miércoles cuando irrumpió con su coche a gran velocidad frente a los juzgados en un intento por romper el cerco policial, ha sido puesto en libertad con cargos.

Mientras tanto, Juan Mendoza, alias Juanin, permanece interno en la prisión de Madrid III situada en Valdemoro. Se le acusa de dos delitos de asesinato consumado y de un tercero en grado de tentativa –el de su suegra– además de otro de tenencia ilícita de armas.

Las pesquisas apuntan a que el crimen pudo tener un móvil pasional. Juanín se estaba separando de su mujer y hermana de las fallecidas, que había logrado rehacer su vida.

¿Prisión permanente revisable?

Algunos familiares de las fallecidas han pedido la prisión permanente revisable por el doble asesinato de Aranjuez, pero su aplicabilidad a este caso resulta dudosa. Según el artículo 140 del Código Penal, ésta solo es aplicable, entre otros supuestos, «al reo de asesinato que hubiera sido condenado por la muerte de más de dos personas» y a Juanin se le imputan solo dos asesinatos consumados.

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