El juicio con jurado contra Ana Julia Quezada, la autora confesa del crimen del niño Gabriel Cruz el 27 de febrero de 2018 en un cortijo de Rodalquilar, en Níjar (Almería), contará con un total de 17 testigos, otros 22 testigos-peritos y otros 25 peritos durante las ocho sesiones que se han programado para la vista oral, que arrancará a las 9,45 horas del 9 de septiembre.

El juicio oral se extenderá del 9 al 18 de septiembre. Contará con la participación de 17 testigos, 22 testigos-peritos y 25 peritos. Se dividirá en ocho sesiones según el auto de hechos judiciales al que ha tenido acceso EFE.

Tanto la Fiscalía como la acusación piden prisión pemanente revisable por un delito de asesinato. Además del pago de los 200.203 euros que supuso el operativo para aclarar lo ocurrido (13 días, 1.500 profesionales y 2.500 voluntarios). El Ministerio Fiscal añade a la petición diez años por dos delitos por lesiones psiquiatricas a los padres.

9 de septiembre- La sesión incial corresponderá a la declaración íntegra de Ana Julia desde las 9:45 horas.

10 de septiembre- Los padres del 'pescadito' serán llamados a testificar durante la segunda jornada. Patricia Ramírez, madre de Gabriel, lo hará primero. Después dará paso a su ex-pareja y padre del menor Ángel Cruz, quien mantenía una relación de siete meses con la acusada y al que confesó el crimen tras intentar inculparle dejando una camiseta del niño cerca de su vivienda.

En esta sesión testificará también la abuela de Gabriel, la última persona en verle con vida, después de darle de comer en su casa y despedirle para que fuera a jugar a casa de sus primos. Junto a ella lo harán otros nueve testigos.

La vista terminará con la declaración del décimo testigo: la hija de Ana Julia, con la que la acusada mantuvo una conversación después de encontrar el cuerpo del pequeño en el maletero del coche de su madre.

11 de septiembre- Continuarán las declaraciones de testigos. Esta vez lo harán dos civiles, un agente de policía y cinco guardias civiles.

12 de septiembre- Será el turno de los testigos-peritos entre los que se encuentran miembros de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería, del laboratorio de Criminalística, y del grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UCO, así como del Servicio Cinológico.

14 de septiembre- declaraciones de los peritos: 15 guardias civiles que coordinaron sus labores con la Policía local, el 112 y Protección Civil.

16 de septiembre- tetsificación de 15 médicos forenses y toxicólogos. El director del departamento de Sevilla del INT, quien dará cuenta junto a dos forenses del informe de la autopsia y de las circunstancias de la muerte del menor, que falleció por asfixia mecánica tras cerrarle las vías respiratorias aunque también habría sido atacado previamente, a partir de los indicios de la exploración.

También testificarán los médicos que han atendido en los últimos meses a los padres de Gabriel, quienes a raíz de los hechos presentan un cuadro de "estrés postraumático y trastorno de adaptación con reacción depresiva prolongada".

17 de septiembre- el último día será el elegido para mostrar las pruebas documentales, vídeos y audios de la investigación. Entre los últimos se encuentra la grabación a la acusada mientrasd transportaba el cuerpo del menor en el que decía: ""donde lo puedo llevar yo... a algún invernadero,... ¿no quieren un pez? Les voy a dar un pez por mis cojones".

18 de septiembre- fin de la vista oral. Se procederá a conocer el veredicto del jurado.

La magistrada-presidente del Jurado, Alejandra Dodero, tan solo ha desechado la participación de siete testigos, entre los que se encuentra un agente de Guardia Civil y familiares de la casa a la que se dirigía Gabriel el día de los hechos, al entender que su testimonio no resulta necesario para aclarar los hechos dada su participación en los mismos.

El auto apunta la actuación "meditada y reflexiva" de la acusada el día de los hechos, una vez que el niño abandonó la casa de su abuela paterna para irse a jugar con unos primos e "inmediatamente después" salió ella, quien se montó en un vehículo e interceptó al menor "instándole a que le acompañara a la finca" de Rodalquilar.

"Ante la confianza generada por la acusada, persona íntimamente vinculada a su entorno familiar desde que inició la relación con su padre, --Gabriel-- accedió a marcharse con la acusada a la citada finca, que se encontraba en un lugar alejado, aislado y deshabitado", incide el texto en sus hechos justiciables.

En esta línea, apunta el auto que el pequeño se encontraba en el lugar "inocente, confiado y ajeno a las intenciones de la acusada", quien "era consciente de su superioridad" tanto por la diferencia de edad y complexión, hasta que en un momento dado y encontrándose "totalmente desprevenido", fue atacado "de forma súbita y repentina" con "violencia" hasta provocar su "asfixia".

Sostiene que la acusada, tras comprobar el fallecimiento del menor, cavó en el exterior de la finca una pequeña fosa "valiéndose de una pala que días antes había llevado al lugar" para posteriormente introducir el cuerpo desnudo del pequeño en el hoyo. Ana Julia habría tenido que valerse de un hacha para hacer que el cuerpo del pequeño entrara por completo en el agujero, que cubrió con tierra y piedras. Por otra parte, trató de deshacerse de sus prendas arrojándolas a un contenedor de vidrio en Retamar el 5 de marzo.

Durante el periodo de búsqueda, la acusada "simulaba, unas veces, estar afligida, compungida y apesadumbrada y otras, alentaba los ánimos de los familiares diciéndoles 'hoy lo vamos a encontrar, hoy va a aparecer... le vamos a dar una Coca-Cola', involucrándose activamente en las labores de búsqueda del niño en una clara actitud de fingimiento y farsa".