El arte celestial y renacentista de Fra Angelico ilumina el Museo del Prado

  • La pinacoteca madrileña explora en una exposición el arte del Quattrocento italiano. 
  • La exposición toma como punto de partida dos obras de Fra Angelico: 'La Anunciación' y la 'Virgen de la Granada'.
  • Incluye obras de Masaccio, Masolino, Donatello, Ghiberti o Filippo Lippi, entre otros.
La Anunciación y la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén. Fra Angelico. Témpera y oro sobre tabla, 190,3 x 191,5 cm 1425 - 1426 Madrid, Museo Nacional del Prado
La Anunciación y la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén. Fra Angelico. Témpera y oro sobre tabla, 190,3 x 191,5 cm 1425 - 1426 Madrid, Museo Nacional del Prado
CORTESÍA MUSEO DEL PRADO
La Anunciación y la expulsión de Adán y Eva del jardín del Edén. Fra Angelico. Témpera y oro sobre tabla, 190,3 x 191,5 cm 1425 - 1426 Madrid, Museo Nacional del Prado

"No me elogiéis porque parezca un nuevo Apeles, sino porque os entregué, oh Cristo, todas mis riquezas". Esta frase, que corona su tumba en Santa María Sopra Minerva (Roma), define la esencia de Fra Angelico (Vicchio, Florencia, 1390 - Roma, 1455). Fue uno de los grandes maestros del Quattrocento italiano - apodado Angelico ya después de su muerte por haber destacado como pintor religioso- y a quien Giorgio Vasari definió en su libro Vida de los mejores pintores, escultores y arquitectos como un "raro y perfecto talento que nunca levantó el pincel sin decir una oración ni pintó un crucifijo sin que las lágrimas resbalaran por sus mejillas".

Y alrededor de su figura gira Fra Angelico y los inicios del Renacimiento en Florencia, una de las grandes apuestas del Museo del Prado para su bicentenario, que investiga el valor artístico del primer Renacimiento florentino tomando como punto de partida un par de obras del artista italiano que hoy se consideran dos de los grandes tesoros de la pinacoteca madrileña: La Anunciación, que se exhibe en toda su plenitud tras la reciente restauración realizada por el museo, y la Virgen de la Granada, incorporada a la colección en 2016.

El director del Prado, Miguel Falomir, señalaba ayer durante la presentación de la muestra que con esta exposición se consigue "paliar alguna de las deficiencias de nuestra, por otra parte, excelente colección y una de las más llamativas era, sin duda, la del Quattrocento italiano. Un tipo de arte que, cuando los monarcas españoles coleccionaban, no era apreciado y que se torna objeto de deseo de los grandes museos y coleccionistas europeos y americanos a partir del siglo XIX, un momento en que España no estaba para competir en el mercado internacional lo cual explica la parquedad de pinturas de esta época en los museos españoles".

A lo que añadía que "nuestra colección es breve pero tiene obras muy destacadas y probablemente el núcleo más importante lo configuran las obras de Fra Angelico. Esa fue la base sobre la se empezó a gestar esta exposición, en la que 40 de sus 82 obras son del maestro italiano pero que incluye otros muchos nombres que son absolutamente imposibles de encontrar en otros museos españoles. Por lo que para el público puede ser muy interesante". Para darle forma se ha recurridoa más de 40 prestadores de Europa y América.

De esta manera, al pintor italiano se suman otros nombres de pintores coetáneos como Masaccio, Masolino o Filippo Lippi, y de escultores como Donatello, Brunelleschi o Ghiberti. Todos ellos grandes maestros florentinos que inventaron nuevas maneras de hacer arquitectura, de construir el espacio mediante la perspectiva y de representar la figura humana en la escultura y la pintura.

La muestra quiere reivindicar, además, la figura de Fra Angelico más allá de la temática religiosa donde se le ha encasillado durante siglos y que hizo que muchos historiadores del arte le 'marginaran' respecto a sus contemporáneos. Tanto para Falomir como para el comisario de la exposición, Carl Brandon Strehlke - conservador emérito del Philadelphia Museum of Art y experto en la obra del italiano- Fra Angelico participó activamente de los movimientos artísticos, políticos y sociales de su época a pesar de haber tomado los hábitos hacia 1420.

"¿Gótico o renacentista? Esa la pregunta del millón. No queda duda que fue moderno, de su tiempo y renacentista", aclaraba Strehlke. Piezas clave de la exposición como La Anunciación lo demuestran por la forma en la que se utiliza en ellas la perspectiva para organizar el espacio, su manejo de la luz o su eficacia para narrar cada escena que pintaba. Sin saberlo, su manera de ver la pintura acabaría por dominar el arte occidental hasta la época moderna.

"Es importante también reflexionar sobre la vigencia de Fra Angelico, cuyo prestigio no ha dejado de crecer en las últimas décadas. Muchas razones lo explican. Me gusta pensar que, por un lado, se debe a esa nostalgia de lo absoluto que nos lleva a añorar otro tipo de realidades o de creencias. Y, además, porque es un pintor de pintores que llegó a atraer a artistas con perfiles humanos tan distintos como Gauguin". Acercase a su arte celestial es posible hasta el 15 de septiembre en las salas C y D del edificio Los Jerónimos.

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