Ministro de Educación y Ciencia, ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes, ministro del Interior y candidato a la Presidencia del Gobierno, entre otras muchas cosas. Alfredo Pérez Rubalcaba ha dedicado una vida entera a la política, donde obtuvo como mayor logro la lucha contra ETA y como mayor fracaso la debacle del PSOE en las elecciones de 2011.

Alfredo Pérez Rubalcaba orientó en un principio su carrera hacia la educación, consiguiendo por primera vez la cartera en 1992. En 1997 fue elegido miembro de la Ejecutiva del PSOE y secretario de Comunicación, momento en que empezó a ganar fuerza dentro del partido.

Si por algo es recordado especialmente es por su lucha contra ETA. Fue uno de los principales encargados de mantener contactos con el gobierno popular sobre la organización terrorista a raíz de la tregua de 1999.

Ya con José Luis Rodríguez Zapatero como nuevo secretario general del PSOE, Rubalcaba entró a formar parte del Comité Federal del partido. En esta etapa, encabezó la delegación socialista que acordó con el PP el denominado Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo, firmado en diciembre de 2000.

Además, cuando en 2006 sustituyó a José Antonio Alonso al frente del Ministerio de Interior, impulsó un cambio de rumbo en la lucha antiterrorista, donde pilotó las negociaciones con ETA hasta que la banda anunció un alto el fuego permanente ese mismo año y un cese definitivo de la actividad armada en 2011.

No solo se le atribuye este logro dentro del partido. En las elecciones generales de marzo de 2004, Rubalcaba fue responsable de la estrategia electoral del PSOE y algunos analistas políticos le achacan un papel decisivo en la victoria socialista.

Pero no todo fue un jardín para Rubalcaba. También ha tenido varios fracasos políticos como su supuesta implicación en el caso Faisán, su 'pasividad' ante la crisis económica o el fracaso del PSOE en las elecciones de 2011.

El caso Faisán, investigación judicial sobre una red de extorsión de ETA, ha sido una de las principales piedras de Rubalcaba. Dado que el "chivatazo" se produjo durante el mes de mayo de 2006, unos meses después del inicio de la tregua de ETA, el PP planteó al gobierno la cuestión de si hubo alguna instrucción política a la banda terrorista.

La oposición acusó directamente al Ministerio del Interior de estar detrás del presunto chivatazo. Esteban González Pons llegó a afirmar que "la inteligencia política que facilitó la filtración tuvo que ser la de Pérez Rubalcaba".

El PSOE perdió las elecciones generales de 2011 frente al Partido Popular liderado por Mariano Rajoy. Rubalcaba obtuvo tan solo siete millones de votos, lo que se tradujo en 110 asientos en la cámara.

Fue el peor resultado electoral a nivel nacional que el PSOE había obtenido desde la Transición. Rubalcaba dio paso a un periodo de incertidumbre sobre el futuro del socialismo y del líder que debía afrontar la regeneración del partido.

A Rubalcaba también se le acusaba de la poca implicación que tuvo, como número dos del Gobierno, durante los años fuertes de la crisis económica. Tras la victoria socialista en las elecciones generales de 2008, fue renovado como ministro del Interior y en 2010 sustituyó a María Teresa Fernández de la Vega como vicepresidente primero y portavoz del Gobierno.