La petición de Juan Guaidó de unirse a un levantamiento "militar y popular" contra el régimen de Maduro —realizada esta mañana en un vídeo junto al líder opositor venezolano, Leopoldo López, liberado de su arresto domiciliario por militares contrarios al régimen de Maduro— ha movilizado al pueblo venezolano, que ha tomado las calles de Caracas para deponer al gobernante chavista.

El jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino en más de 50 países, ha acudido a una manifestación en la Plaza Altamira rodeado de cientos de seguidores horas después de presentarse en La Carlota, base militar que se encuentra en el centro de la capital.

Los ciudadanos han acompañado al jefe del Parlamento en un levantamiento popular para sumarse a las protestas antigubernamentales. Los momentos tan tensos vividos en Caracas mantienen a los seguidores del líder de la oposición expectantes y emocionados por el desarrollo de los acontecimientos.

"La situación es de incertidumbre total", asegura a 20minutos Teresa Navarro, una ciudadana venezolana que reside en Caracas. "El órgano rector de las comunicaciones del régimen cerró la única emisora de radio que se encontraba transmitiendo los acontecimientos". La falta de información mantiene una situación de indeterminación constante. "No tenemos información por ningún medio tradicional", declara.

Navarro confiesa que la población venezolana se está "apoyando en las redes sociales y en los medios digitales" para tratar de informarse. "Además, el servicio de Internet en Venezuela es lento y no todos los ciudadanos tienen acceso", afirma al tratar de comunicarse con familiares y amigos.

"La gente se encuentra en su mayoría cercana a la base aérea La Carlota y otro grupo en la Plaza Altamira, pero la verdad es que hay poca afluencia de ciudadanos", declara la venezolana. "¿Miedo? Claro que hay miedo, quién no tendría miedo si se lucha contra un narcoestado", asegura.

Las opiniones son diversas en cuanto al progreso de la situación en el país. Teresa Navarro apunta que "sin el apoyo de las Fuerzas Armadas en su conjunto y el apoyo efectivo de la comunidad internacional" no cree que "se llegue a destituir a Nicolás Maduro".

"La información cruzada genera mucha ansiedad y estrés", comenta por su parte Alejandro Candal a este medio, un venezolano a favor de la oposición que reside en España. "Por el momento, parece que sí hay un respaldo militar por parte del presidente Guaidó y del recién liberado Leopoldo López, pero por otro lado da la impresión de que no, de que los militares de Maduro y todo el grupo que lo defiende tiene controlada la situación".

Candal admite estar muy preocupado por su país y continúa esperando noticias del desarrollo del movimiento. "Hemos pasado por tantas situaciones tan parecidas a esta... Esta igual es más cercana a la liberación definitiva, nos genera una cierta esperanza, pero siempre sabiendo que cualquier cosa puede pasar".

"No hay leyes y no hay ningún tipo de sistema judicial que pueda darle un respaldo a este movimiento. Únicamente tenemos la esperanza de que Venezuela pueda salir definitivamente de esta pesadilla", concluye.

Por su parte, Salvador Pimentel, otro venezolano residente en España y favorable a Guaidó, denuncia la cobertura mediática del suceso, que denomina el llamamiento como un "golpe de estado, que en realidad no lo es". "Se trata de la recuperación de las instituciones venezolanas. Es algo que hemos estado reclamando y ésta es la única manera de restablecer la democracia y que todo llegue a Guaidó", admite.

"Antes esto no era tangible", asegura Pimentel. "Aunque hay un grupo de componentes militares que no se han sumado a la orden contra la insubordinación del mal régimen de Maduro". El opositor llama a la movilización popular: "Queremos elevar nuestro mensaje de apoyo a Guaidó y a los venezolanos que sufren. Todos tenemos una cita y todos debemos aparecer".

El Batallón Ayala, explica Salvador Pimentel, es el organismo encargado de actuar a favor de la seguridad nacional, inclusive en la prevención de disturbios menos graves. "Es nuestro cuerpo represor, pero se ha roto la cadena de mando por estos militares de medio y bajo rango". El venezolano admite que las próximas 24 horas son determinantes para el futuro de Venezuela.

Pimentel mantiene la esperanza y confía en que el fin por el que todos sus compañeros luchan se vea cumplido finalmente. "Cada vez se suman más aliados y el pueblo ya está en la calle, a pesar de las censuras en los medios de comunicación, que no permite obtener una información eficaz", dice.