Los pantanos españoles cuentan en esta Semana Santa con 32.388 hectómetros cúbicos (hm3), con lo que la reserva hidráulica nacional sube al 57,7% de la capacidad total y continúa siendo el nivel más bajo de agua embalsada en esta época del año desde 2008 debido a que el pasado invierno fue el segundo más seco del siglo y el inicio de la primavera no ha comenzado a ser lluviosa hasta hace pocos días.

Los embalses han ganado 175 hm3 en esta última semana, cuando las precipitaciones afectaron considerablemente a la vertiente atlántica peninsular y, en menor medida, también a la mediterránea, con el valor máximo registrado en Ourense, donde se recogieron 41,4 litros por metro cuadrado, según datos dados a conocer este martes por el Ministerio para la Transición Ecológica.

Los pantanos españoles tienen ahora un 20,5% menos de agua respecto de la media de la última década, que es de 40.726 hm3. Y tienen un 15,8% menos que hace un año, cuando había 38.461 hm3.

Hay que remontarse a 2008 para encontrar los embalses más secos a estas alturas del año. Entonces, estaban al 50,1% de la capacidad total, según la serie histórica del Ministerio para la Transición Ecológica, que comienza en 1990. Por el contrario, en esta época del año los pantanos han estado más llenos en 2014, cuando la reserva hidráulica nacional se encontraba al 83,9%.

Los niveles más altos de agua embalsada en la actualidad corresponden las cuencas internas del País Vasco (90,5%); las cuentas internas de Cataluña (84,5%); el Cantábrico Oriental (83,6%); Tinto, Odiel y Piedras (79,9%); el Cantábrico Occidental (80,1%); Galicia Costa (78,2%); el Ebro (71,3%); el Miño-Sil (66,6%); la cuenca mediterránea andaluza (65,8%), y el Guadalete-Barbate (64,7%).

Por detrás están el Duero (61,5%), el Guadalquivir (54,3%), el Guadiana (53,3%), el Tajo (51,9%), el Júcar (37,6%) y el Segura (30,3%).

Hasta justo antes del inicio de esta primavera, los embalses españoles encadenaron 12 meses consecutivos con los niveles semanales más elevados con respecto al año anterior, pero la escasez de lluvias dio entonces un vuelco.

Los datos históricos reflejan que justo antes del inicio de la primavera de 2018 los embalses comenzaron a tener más agua respecto al año anterior y así fue hasta hace poco antes de comenzar la estación primaveral de 2019.

Las borrascas 'Emma', 'Félix', 'Gisele' y 'Hugo' hicieron que marzo del año pasado fuera el segundo más lluvioso en España desde 1965 (año en que comienza la serie histórica de precipitaciones).

Sin embargo, este invierno ha sido más seco de lo habitual, puesto que las precipitaciones recogidas en el conjunto de España fueron un 66% inferiores a las normales en diciembre, un 14% en enero y un 72% en febrero, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), de manera que la estación fue muy seca en el país porque llovió un 51% menos de lo habitual.

Y ello después de que la primavera del año pasado fuera la más lluviosa jamás registrada desde 1965 (con un 83% de precipitaciones superiores a las normales), a la que sucedió un verano húmedo (22% más lluvioso de la media), un otoño también lluvioso (+16%) y un invierno muy seco (-51%).