Los últimos días de Karl Lagerfeld: "Temía su enfermedad, la ocultó a casi todos"

La soledad no le asustaba, al contrario, le gratificaba: "Nunca me siento solo, la soledad es un lujo", añoraba el genio de la moda Karl Lagerfeld, fallecido a los 85 años el pasado 19 de febrero en París víctima de un cáncer de páncreas, una enfermedad que llevó en el más absoluto de los secretismos, hasta el punto que casi nadie sabía de ella.

No fue hasta su ausencia en el último desfile de Chanel de este pasado mes de enero levantó las primeras sospechas acerca de su estado de salud. Hasta entonces, el kaiser de la moda que "nunca estaba solo" había logrado mantener en silencio una enfermedad que le estaba consumiendo y que muchas personas de su círculo más íntimo desconocían.

Su amiga Natasha Fraser-Cavassoni fue la primera en confirmar que Lagerfeld padecía cáncer. Lo hizo a través de una carta al Daily Mail. Poco más se supo hasta esta semana, cuando su musa en la década de los 80 Inès de la Fressange ha contado en France 2 cómo vivió el diseñador aquellos horribles últimos meses de su vida.

"Su salud se deterioró mucho en los últimos meses de su vida como consecuencia de su enfermedad, pero no dejó de trabajar hasta el día antes de su muerte. Estaba en total negación de su enfermedad. La temía y también temía ir al hospital", contaba Inès de la Fressange.

"Solo faltó a dos desfiles. Recuerdo la última vez que le vi en un desfile de Chanel. Fue en septiembre. Allí, por primera vez, me cogió de la mano y ya no la soltó", recuerda la modelo, que poco después conversó con él para pedirle que se viesen en Año Nuevo. Me respondió 'tengo un poco de frío", algo que era la forma en la que Lagerfeld quería decir que estaba muy enfermo.

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