La sesión número 26 del juicio del procés tuvo este miércoles un claro protagonista: el comisario de los Mossos d’Esquadra Ferran López, segundo del major Josep Lluís Trapero durante el referéndum del 1 de octubre de 2017 y máximo responsable de la policía autonómica catalana bajo la aplicación del artículo 155.

En una larga declaración que duró toda la mañana, López corroboró la versión relatada por Trapero el 14 de marzo y defendió la actuación de los Mossos el 1-O. "Fuimos absolutamente leales y nadie puede decir lo contrario", dijo en referencia al coordinador del dispositivo para impedir el referéndum, el coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos.

López explicó que aquella jornada se diseñó "un operativo conjunto, pactado y acordado" por De los Cobos, quien fue informado de antemano y  "validó" personalmente el plan de actuación de todos los cuerpos policiales, incluido el de los Mossos.

Su declaración, sin embargo, colisionó frontalmente con la del coronel, que en su visita al Supremo calificó de "estafa" el dispositivo de los Mossos: manifestó que estaba "diseñado para que no funcionara" y que fue "más contraproducente que beneficioso".

Esa discrepancia en los relatos provocó que el abogado del exconseller Joaquim Forn, Xavier Melero, solicitara un careo entre De los Cobos y López para contrastar sus versiones, petición que el Tribunal no descartó, pero aplazó hasta que se conozca "más material probatorio" y avance la fase testifical.

Sí reconoció López que Trapero no encajó bien el nombramiento de De los Cobos como coordinador y admitió que surgieron problemas de "química personal" entre ambos. "Su relación no fue exactamente amable", dijo sobre las dos primeras reuniones que mantuvieron. Debido a esas reservas, Trapero acabó delegando en López la interlocución con el coronel en los siguientes encuentros.

"Pese a las discrepancias, De los Cobos tuvo todo el reconocimiento por parte de los Mossos y siempre recibió una respuesta inmediata a sus peticiones", quiso dejar claro el comisario, que está siendo investigado por un juzgado de Cornellà por la supuesta pasividad de la policía catalana el 1-O.

López también declaró -como ya hizo Trapero- que los Mossos alertaron al Govern de que podían producirse incidentes violentos el 1-O y que recomendaron suspender el referéndum.

"Puigdemont dijo que si se producía ese escenario que nosotros preveíamos, él en ese mismo momento declaraba la independencia. Es una frase que recordamos todos perfectamente porque es difícil de olvidar", afirmó.

Oriol Junqueras y Forn, también presentes en aquella reunión con los mandos de los Mossos, compartían la visión del expresidente catalán: "La postura de los tres era homogénea y monolítica. No había divergencias".

Sobre el asedio a la Conselleria de Economía el 20-S, López también defendió la actuación de los Mossos. Dijo que no intervinieron antes porque "hasta las diez de la noche" no tuvieron "la noticia exacta" de que el registro "había terminado" y de que la comitiva judicial quería salir del edificio.

Tras el mando de los Mossos, el Tribunal escuchó la declaración de otra ronda de guardias civiles, que, con la identidad protegida y como ya han hecho muchos de sus compañeros en jornadas precedentes, relataron el clima de tensión que soportaron en Cataluña entre septiembre y octubre de 2017.

Algunos narraron, incluso, haber sufrido agresiones en diferentes colegios el 1-O. "La gente ofrecía resistencia activa, nos daban patadas y puñetazos. Me golpearon hasta romperme el dedo", testificó el cabo L30567B. "Recibí una patada en los genitales y fui asistido médicamente", dijo el agente U30527P.