Sánchez defiende la venta de armas a Arabia Saudí para mantener el empleo en Navantia

Pedro Sánchez informa en el Congreso del Consejo Europeo y de la venta de armas a Arabia Saudí.
Pedro Sánchez informa en el Congreso del Consejo Europeo y de la venta de armas a Arabia Saudí.
Oscar del Pozo - EP
Pedro Sánchez informa en el Congreso del Consejo Europeo y de la venta de armas a Arabia Saudí.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado este miércoles claramente por mantener el empleo en los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz, que depende de un contrato para construir cinco fragatas para Arabia Saudí, frente a las peticiones de parte de la oposición para que España suspenda la venta de armas a Riad debido al asesinato del peridiodista saudí Jamal Khashoggi.

Sánchez ha confirmado la posición de su Gobierno en una comparecencia en el Congreso en la que, en relación con Arabia Saudí, ha asegurado que la venta de armamento a este país se basa en contratos vigentes que cumplen con las normas nacionales e internacionales y ha pedido "altura de miras" a la Cámara para entender que, a pesar de todo, debe primar el interés económico nacional.

"Como presidente del Gobierno defiendo los intereses de España", ha dicho Sánchez, que, sin más detalles, ha esbozado desde la tribuna de oradores una propuesta "que nos sitúa a la cabeza y pionera en control de verificación y transparencia" de exportaciones de armas.

Sánchez ha condenado "sin paliativos" el "terrible asesinato"de Khashoggi y ha apostado por la investigación que pide la ONU para que "caiga todo el peso de la ley sobre los responsables de este terrible crimen". No obstante, también ha defendido una venta de armas que está amparada por contratos legales y vigentes y hacia un país, Arabia Saudí, al que no le afecta el embargo que decretó el Consejo de Seguridad de la ONU tras el golpe de estado en Yemen.

En su intervención, Sánchez ha tratado de mantener un equilibrio en su discurso entre el compromiso de su Gobierno con "el multilateralismo, los derechos humanos la paz y la libertad" con su obligación de "tener en cuenta a empresas que operan en terceros países, también en Arabia Saudí, a los ciudadanos españoles y la necesidad de mantener su subsistencia económica".

Sin embargo, este miércoles la balanza se ha inclinado a favor de los empleos en España: "Yo tengo que estar hoy en la defensa de los intereses de los españoles, de los sectores que están muchos de ellos en zonas muy afectadas por el desempleo", ha afirmado.

La decisión de Sánchez no ha levantado las críticas de PP o Ciudadanos, a favor de mantener los contratos comerciales y que han pasado por encima de esta cuestión en un debate en el que también se ha mezclado el Brexit o la inmigración. El líder popular, Pablo Casado, ha optado por ceñirse a cuestiones de política nacional para, en relación con Cataluña, responsabilizar al presidente de ser "del golpe de Estado que se está dando en España".

Sólo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha mostrado cierta solidaridad con la “dificultades a las que se enfrenta” Sánchez al decidir entre empleos nacionales y derechos humanos, antes de pedir “impulsar una política común europea” sobre esta cuestión. También el PdeCAT, a través de Jordi Xuclá, ha pedido que, como Alemania, España suspenda la venta de armas hasta que haya una posición común en la UE.

Curiosamente, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha convertido este miércoles en el referente para los independentistas catalanes, que, frente a lo que ha defendido este miérocoles eñ presidente, declaró este martes que “no podemos permanecer impasibles ante una violación de los derechos humanos”.

A ella se ha refirido Xuclá y también el portavoz de ERC, Joan Tardá, cuando ha pedido a Sánchez que escuche no sólo a la canciller alemana, Angela Merkel, sino también a su ministra de Defensa, que el mes pasado ya fue desautorizada cuando, después de más titubeos que en esta ocasión, el presidente decidió seguir adelante con la venta de 400 bombas a Riad, precisamente, también por temor a perder el contrato de los astilleros de la Bahía de Cádiz.

“Más allá del ejemplo de la señora Merkel, tiene el de la señora Robles. Estoy convenido de que opina lo que opina por dignidad y, si no, pregúnteselo, aunque sea en la intimidad”, ha dicho Tardá.

Elecciones en Andalucía

En el contexto actual, dominado por las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, Sánchez ha apostado por el mantenimiento del contrato para la construcción en los astilleros de Cádiz de cinco fragatas encargadas por Riad, por 1.800 millones y que garantizará el empleo de 6.000 hasta 2020.

"Si alguien duda de los principios de los alcaldes progresistas de la Bahía de Cádiz respecto a la paz mundial, yo no lo dudo. Sin embargo, convierten en una prioridad más inmediata los trabajadores de la Bahía y a sus familias y yo lo entiendo", ha dicho.

Las elecciones en Andalucía no sólo pesan en el PSOE. También en Podemos, donde la llamada a las urnas el 2 de diciembre ha modificado su discurso ante la negativa de Sánchez de suspender la exportación de armas a Riad.

Este miércoles, Iglesias ha reprochado a Sánchez que no “ha estado a la altura de la moción de censura” y no ha dudado al segurar que hay que “revocar los contratos firmados”. Sin embargo, ha introducido un factor nuevo, que en Podemos vinculan directamente con la campaña electoral en Andalucía. Como ya hizo este martes su grupo en la comisión de Defensa, Iglesias ha instado al Gobierno a que suspenda la venta de armas a Riad y si eso provoca que se cancela el contrato con Navantia, corresponderá al Gobierno “buscar un comprador alternativo” de los buques.

“Si no aparece”, ha agregado, Sánchez deberá demostrar que "la cuarta economía de la zona euro puede asimilar la carta de trabajo de los astilleros”.

"Hay quien dice que hay que respetar los derechos humanos tiene costes y que si hay que pagar una factura, que la paguen los gaditanos. Si hay que pagarla, la pagamos todos", ha dicho Iglesias.

Este martes, el diputado socialista Antonio Gutiérrez Limones se refirió a la idea de romper con Riad y mantener los puestos de trabajo como a "estar en misa y repicando", pero en Podemos defiende que si España puede gastar 5.000 millones en rescatar autopistas, puede gastar 1.800 millones, o menos, en construir unas fragatas que el ejército recibiría con los brazos abiertos.

También el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha apuntado a pedir dos elementos que para Sánchez este miércoles se han presentado imposible de combinar. Ha afirmado que “hay que respetar los contratos vigentes y los derechos humanos, las dos cosas son compatibles, no hay que esquivar el debate”.

Sin intereses en Andalucía, por ERC,Tardá ha disparado en su intervención contra Riad, el Gobierno y contra el rey , a quien ha acusado de tener amistad con el rey saudí. Ha apuntado que Sánchez “puede cometer una prevaricación” porque la ley prohíbe vender armas a países sospechosos de vulnerar los derechos humanos.

En todo ha considerado que la venta de armas a Arabia Saudí es “una verdadera corrupción de los valores democráticos” y, volviendo a la venta el mesa psado de 400 bombas de precisión, ha espetado directamente a Sánchez que “usted es responsable del uso final de las armas”.

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