Junio ha acabado como el mes con más llegadas de migrantes a España desde el norte de África y por el Mediterráneo. En total han alcanzado España al menos 7.142 personas, según los registros del portal estadístico de Acnur, lo que representa casi el triple de llegadas que en junio de 2017 (2.682), más del doble de los que accedieron en todo junio por el Mediterráneo a Italia (3.101) y más del triple de los que han entrado por Grecia (2.157).

En el recuento de las llegadas exclusivamente por mar España (14.953) supera ya a Grecia (13.157), y se acerca a los registros de Italia (16.656). En parte esto es así porque junio ha sido un mes de récord, convirtiendo a la ruta española en la vía prioritaria de entrada de los flujos migratorios y en la única que crece en número de entradas por el Mediterráneo.

En el primer semestre de 2018, Acnur ha contabilizado ya un total de 17.781 llegadas a España por la frontera sur. Esto es casi el doble que el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 9.581 entradas. "Contamos a los que entran en las pateras y barcazas de las costas, pero también los que entran por Ceuta y Melilla, porque es el mismo perfil de personas que entrarían por el Mediterráneo", explican en la agencia dependiente de Naciones Unidas.

Así, a las 630 personas que arribaron el 17 de junio a Valencia a bordo del Aquarius, Acnur suma las que han llegado a la costa andaluza (13.220), a través de Melilla (2.226), por Ceuta (746) o hasta por Canarias (402).

En Acnur creen que son varios motivos que explican la consolidación de España como ruta de entrada para migrantes y refugiados. Entre ellos destaca la peligrosidad de cruzar el Mediterráneo por su parte central, por las trabas constantes de Italia o Malta y la falta de derechos humanos y agresiones continuas en Libia. También influye que ha empezado la temporada alta de llegada de pateras a España, debido a una climatología más favorable.

En lo que va de año, también han aumentado los migrantes que han perdido la vida intentando llegar a la costa española, y ya son al menos 292.

Para los expertos en migraciones, lo verdaderamente necesario ahora es establecer puntos de desembarco con equipos multidisciplinares en los que proceder al registro rápido e identificar a las personas especialmente vulnerables: menores no acompañados, víctimas de trata, de torturas o abusos sexuales y potenciales refugiados.

"Ahora es más urgente que nunca plantear una estrategia a nivel nacional para la adecuada gestión de los flujos migratorios", reclama María Jesús Vega, portavoz de Acnur en España. "Es en Andalucía donde se requieren más recursos para poder identificar las necesidades de protección internacional que haya entre los que están llegando. Porque muchas personas están siendo trasladadas a calabozos, a polideportidos o a plazas públicas. Mientras tanto hay un consenso claro de las autoridades, principalmente las locales, en que hace falta trabajar con carácter urgente en la planificación de las llegadas por mar a toda España", añade Vega. En Acnur confían en que el nuevo Gobierno aborde de inmediato la situación, en coordinación con las organizaciones sobre el terreno.

De momento, la Comisión Europea anunció este lunes que destinará 25,6 millones de euros a mejorar la capacidad de asistencia y las condiciones de recepción y acogida de migrantes que llegan a las costas del sur de España, así como a Ceuta y Melilla.

En concreto, el Ejecutivo comunitario se ha comprometido a apoyar con 24,8 millones un proyecto del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y de la Cruz Roja española para proveer alimentos, refugio y atención sanitaria a los migrantes que llegan al sur de España así como a las ciudades de Ceuta y Melilla, mientras que destinará otros 720.000 al Ministerio de Interior para mejorar los CIE, las instalaciones para los retornos de migrantes sin derecho a permanecer en el país.

"La Comisión continua cumpliendo con su compromiso de apoyar a los Estados miembros bajo presión. España ha visto cómo aumentaban el número de llegadas durante el pasado año y necesitamos redoblar nuestro apoyo para la gestión de estas cifras y devolver (a los países de origen) a aquellos que no tienen derecho a permanecer", ha dicho el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos.