Grupos feministas se organizan para aislar a La Manada en sus primeros días en libertad

Los dos miembros de La Manada, Alfonso Jesús Cabezuelo (i) y Antonio Manuel Guerrero (d), que cumplían pena en la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid) han abandonado en taxi el recinto penitenciario.
Los dos miembros de La Manada, Alfonso Jesús Cabezuelo (i) y Antonio Manuel Guerrero (d), que cumplían pena en la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid) han abandonado en taxi el recinto penitenciario.
EFE
Los dos miembros de La Manada, Alfonso Jesús Cabezuelo (i) y Antonio Manuel Guerrero (d), que cumplían pena en la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid) han abandonado en taxi el recinto penitenciario.

La Manada ya está en la calle, pero en su ciudad natal, Sevilla, varios grupos feministas están dispuestos a aislar a los cinco jóvenes condenados por un delito de abusos sexuales a una joven en los San Fermines de 2016.

Algunas de estas organizaciones están distribuyendo por comercios de la capital hispalense carteles con el mensaje: "En este establecimiento no atendemos a violadores. #STOPManada. Este es un espacio seguro para las mujeres", informa El País.

Además, se reparten entre los comercios pasquines con este texto: "Sr. / Sra. Comerciante: las mujeres no consumimos en establecimientos donde se atiende a violadores. Le invitamos a unirse a nuestra acción colocando un aviso a la entrada".

Según El País, una de las responsables de la iniciativa asegura que buscan "informar a los comerciantes de Sevilla de que las mujeres no tenemos miedo y de que La Manada no es bienvenida en esta ciudad". Entre los lugares donde se está llevando a cabo la campaña están los lugares donde se solían mover los cinco jóvenes o donde estaban sus trabajos, con el fin de que no sean readmitidos en sus anteriores empleos. "Ellos puede moverse libremente por toda España, salvo Madrid, y la víctima no puede salir de allí. Ella es la acorralada, pero ellos deberían también sentirse acorralados", dice una activista.

El abogado de La Manada, Agustín Martínez Becerra, ha mostrado su alarma ante esta campaña: "Es sorprendente que este tipo de grupos que se supone que defienden derechos civiles se comporten de manera tan aberrante. Los que actúan de esta forma ilógica no están defendiendo los derechos de la mujer", dijo en declaraciones a El País.

Además, en las calles cercanas a los empleos y domicilios de los cinco miembros de La Manada se han pegado carteles con los rostros en blanco y negro de los jóvenes y el texto: "Soy un violador y el Estado lo permite". Estos carteles se difundieron cuando se conoció la condena y ahora se han vuelto a recuperar.

Convulsa puesta en libertad

Este jueves se anunció que la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra concedía la condicional a los miembros de La Manada previo pago de 6.000 euros de fianza. Este mismo viernes, sobre las 18.00 horas de la tarde, los tres jóvenes que estaban en la cárcel de Pamplona (José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza) y algo más tarde, sobre las 19.30 horas, los dos que estaban en la cárcel militar de Alcalá de Henares (Antonio Manuel Guerrero y Alfonso Jesús Cabezuelo), pisaron la calle tras dos años entre rejas.

La salida de los jóvenes estuvo envuelta de gran expectación, tanto de medios de comunicación como de ciudadanos que acuedieron a increpar a los reclusos.

Casi al mismo tiempo, en ciudades de toda España se celebraban manifestaciones en contra de la decisión judicial de conceder la condicional a los miembros de La Manada. Madrid, Pamplona, Toledo, Sevilla, Murcia, Valencia, Cádiz o Bilbao se llenaron de manifestantes, sobre todo mujeres.

En la protesta de Pamplona, la principal pancarta rezaba "¡No es no. Justicia!".

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