El príncipe Harry y Meghan Markle serán pronto vecinos de los Beckham. Mientras terminan las reformas en Nottingham Cottage, la que será su residencia oficial en el palacio de Kensington, los duques de Sussex han alquilado, por un periodo de dos años, una propiedad en Cotswold, a tan solo 90 minutos de Londres.

La casa, que según publica Us Weekly, tendría un jardín con una superficie de dos hectáreas y linda con la finca que tienen David y Victoria Bechkam, muy amigos del príncipe Harry. Un refugio perfecto, alejado de los paparazzi de la capital.

De hecho, la ex actriz y el nieto de Isabel II habrían encontrado allí paz y tranquilidad los fines de semana previos a la boda real. A lo largo del perímetro de la casa se han instalado cámaras de seguridad, buscando la mayor privacidad posible. "Meghan ama a Cotswold. Se enamoró de la propiedad la primera vez que la vio", dijo una fuente a la revista estadounidense.

Otra opción es que la reina Isabel II sea generosa y les regalé alguna propiedad como ya hizo en 2011 con Kate Middleton y William a quienes les dio la casita de campo en el Norfolk de Amner Hall.

Actualmente, Harry y Meghan se encuentran disfrutando de su tardía luna de miel en una modesta cabaña en Canadá que cuesta 6.000 euros la noche, pero regresarán justo para festejar el Trooping the Colour, tradicional desfile de inicio de verano que se celebra el 9 de junio en honor al cumpleaños de la reina.