La última (y la primera) palabra sobre el secretario general del PSOE la tendrán los militantes. Así lo defiende la candidata a las primarias Susana Díaz, que propone que los estatutos socialistas que salgan del Congreso Federal de junio incluyan la obligación de consultar a los afiliados la destitución del máximo dirigente del partido, además de los pactos postelectorales o las decisiones del Comité Federal.

El programa político que la líder andaluza presentó este miércoles en la agrupación madrileña de Fuencarral -la de Juan Segovia, uno de sus principales apoyos en la capital- defiende las primarias "refuerzan" la participación de la militancia en la toma de decisiones. Advierte, sin embargo, de que no otrogan "poderes especiales" ni transfieren un "plus" de legitimidad para que el secretario general imponga decisiones -como ha hecho Pedro Sánchez, en su opinión-.

Por ello, se propone arrebatarle a este la posibilidad de consultar a las bases, un procedimiento que solo se activaría a petición de un "órgano colectivo" o de un porcentaje "significativo" de los afiliados. De esta manera, y al igual que proponen Pedro Sánchez y Patxi López, el líder del PSOE nunca podría ser destituido por el Comité Federal, como sí ocurrió el pasado mes de octubre.

Como su principal rival, Díaz también quiere limitar la duración de las gestoras, pero en lugar de los 90 días que establece Sánchez, opta por un máximo de 9 meses, prácticamente los mismos que cumplirá la actual dirección colegiada cuando concluya el Congreso Federal.

En sus 'Propuestas para el 39 Congreso Federal', Susana Díaz defiende un PSOE "moderno", "permeable", "feminista", "europeísta" y "de los jóvenes"  que prioriza la lucha contra la desigualdad, el blindaje del Estado del Bienestar y los servicios públicos y que asume el discurso liberal a favor del emprendimiento.

El texto hace autocrítica después de que los socialistas no hayan ofrecido una "alternativa creíble y reconocible" al PP, pero propone un proyecto socialdemócrata tradicional, a pesar de que admite que "ofrecer más de lo mismo" sería un fracaso.

Para desmarcarse de Pedro Sánchez, la también presidenta de la Junta de Andalucía defiende que no hay que "arrasar" los cimientos del PSOE para lograr un cambio y que "no es tiempo de lamerse las heridas". "Nada se puede construir desde el rencor y el resentimiento", insiste.

Además, se propone "parar los pies" a la xenofobia, el racismo, el neoliberalismo y el populismo y, sin citar a Podemos, alerta sobre los "extremismos" y los "populismos" que quieren "aprovechar las circunstancias" para hacerse con el poder.

Con solo 17 propuestas para el modelo de partido en 43 páginas, el documento de Susana Díaz es más un programa de gobierno de una futura candidata a la Presidencia.

Entre los cambios a impulsar, comparte con Pedro Sánchez y Patxi López la necesidad de reformar Constitución con el objetivo de avanzar hacia un modelo "federal"-que no queda definido más allá de la reforma del Senado- y de reconocer y ampliar las competencias y la financiación de los ayuntamientos, una segunda descentralización sobre la que se aporta pocos detalles.

También reclama, como sus rivales, la derogación de la reforma laboral del PP, unos impuestos progresivos, la digitalización de la economía, el impulso de la Unión Europea o la lucha contra el cambio climático.

Sus propuestas más novedosas son la gratuidad de la educación infantil (de 0 a 3 años) y de la primera matrícula universitaria -una ayuda que se mantendría mientras el alumno apruebe- y la concesión de un préstamo universal de 24.000 euros para cada joven que quiera ampliar la formación -independientemente de su nivel de renta-, entrar en el mercado laboral o emprender.

Patxi López calificó esta última idea como "muy americana, muy liberal". "Nunca vamos a defender créditos retornables, siempre defenderemos un sistema de ayudas y becas", insistió su candidatura.